Saltar al contenido

La Biblia hoy - Reina Valera 1960

Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año

Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:

  • Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.

  • Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.

  • Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?

  • Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.

Fecha seleccionada
09/07/2024

Salmos 120-132

Capítulo 120

Plegaria ante el peligro de la lengua engañosa

 1A Jehová clamé estando en angustia, Y él me respondió. 2Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso, Y de la lengua fraudulenta. 3¿Qué te dará, o qué te aprovechará, Oh lengua engañosa? 4Agudas saetas de valiente, Con brasas de enebro. 5¡Ay de mí, que moro en Mesec, Y habito entre las tiendas de Cedar! 6Mucho tiempo ha morado mi alma Con los que aborrecen la paz. 7Yo soy pacífico; Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.

Capítulo 121

Jehová es tu guardador

 1Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? 2Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. 3No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. 4He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. 5Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. 6El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. 7Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. 8Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.

Capítulo 122

Oración por la paz de Jerusalén

 1Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos. 2Nuestros pies estuvieron Dentro de tus puertas, oh Jerusalén. 3Jerusalén, que se ha edificado Como una ciudad que está bien unida entre sí. 4Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH, Conforme al testimonio dado a Israel, Para alabar el nombre de Jehová. 5Porque allá están las sillas del juicio, Los tronos de la casa de David. 6Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman. 7Sea la paz dentro de tus muros, Y el descanso dentro de tus palacios. 8Por amor de mis hermanos y mis compañeros Diré yo: La paz sea contigo. 9Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios Buscaré tu bien.

Capítulo 123

Plegaria pidiendo misericordia

 1A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos. 2He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros. 3Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros, Porque estamos muy hastiados de menosprecio. 4Hastiada está nuestra alma Del escarnio de los que están en holgura, Y del menosprecio de los soberbios.

Capítulo 124

Alabanza por haber sido librado de los enemigos

 1A no haber estado Jehová por nosotros, Diga ahora Israel; 2A no haber estado Jehová por nosotros, Cuando se levantaron contra nosotros los hombres, 3Vivos nos habrían tragado entonces, Cuando se encendió su furor contra nosotros. 4Entonces nos habrían inundado las aguas; Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; 5Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas. 6Bendito sea Jehová, Que no nos dio por presa a los dientes de ellos. 7Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; Se rompió el lazo, y escapamos nosotros. 8Nuestro socorro está en el nombre de Jehová, Que hizo el cielo y la tierra.

Capítulo 125

Dios protege a su pueblo

 1Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, Que no se mueve, sino que permanece para siempre. 2Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, Así Jehová está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre. 3Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos; No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad. 4Haz bien, oh Jehová, a los buenos, Y a los que son rectos en su corazón. 5Mas a los que se apartan tras sus perversidades, Jehová los llevará con los que hacen iniquidad; Paz sea sobre Israel.

Capítulo 126

Oración por la restauración

 1Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan. 2Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. 3Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres. 4Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová, Como los arroyos del Neguev. 5Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. 6Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

Capítulo 127

La prosperidad viene de Jehová

 1Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. 2Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño. 3He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. 4Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. 5Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

Capítulo 128

La bienaventuranza del que teme a Jehová

 1Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. 2Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. 3Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. 4He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová. 5Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, 6Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.

Capítulo 129

Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Sion

 1Mucho me han angustiado desde mi juventud, Puede decir ahora Israel; 2Mucho me han angustiado desde mi juventud; Mas no prevalecieron contra mí. 3Sobre mis espaldas araron los aradores; Hicieron largos surcos. 4Jehová es justo; Cortó las coyundas de los impíos. 5Serán avergonzados y vueltos atrás Todos los que aborrecen a Sion. 6Serán como la hierba de los tejados, Que se seca antes que crezca; 7De la cual no llenó el segador su mano, Ni sus brazos el que hace gavillas. 8Ni dijeron los que pasaban: Bendición de Jehová sea sobre vosotros; Os bendecimos en el nombre de Jehová.

Capítulo 130

Esperanza en que Jehová dará redención

 1De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. 2Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. 3JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? 4Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado. 5Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 6Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana. 7Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; 8Y él redimirá a Israel De todos sus pecados.

Capítulo 131

Confiando en Dios como un niño

 1Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas demasiado sublimes para mí. 2En verdad que me he comportado y he acallado mi alma Como un niño destetado de su madre; Como un niño destetado está mi alma. 3Espera, oh Israel, en Jehová, Desde ahora y para siempre.

Capítulo 132

Plegaria por la bendición sobre el santuario

 1Acuérdate, oh Jehová, de David, Y de toda su aflicción; 2De cómo juró a Jehová, Y prometió al Fuerte de Jacob: 3No entraré en la morada de mi casa, Ni subiré sobre el lecho de mi estrado; 4No daré sueño a mis ojos, Ni a mis párpados adormecimiento, 5Hasta que halle lugar para Jehová, Morada para el Fuerte de Jacob. 6He aquí en Efrata lo oímos; Lo hallamos en los campos del bosque. 7Entraremos en su tabernáculo; Nos postraremos ante el estrado de sus pies. 8Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo, Tú y el arca de tu poder. 9Tus sacerdotes se vistan de justicia, Y se regocijen tus santos. 10Por amor de David tu siervo No vuelvas de tu ungido el rostro. 11En verdad juró Jehová a David, Y no se retractará de ello: De tu descendencia pondré sobre tu trono. 12Si tus hijos guardaren mi pacto, Y mi testimonio que yo les enseñaré, Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre. 13Porque Jehová ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí. 14Este es para siempre el lugar de mi reposo; Aquí habitaré, porque la he querido. 15Bendeciré abundantemente su provisión; A sus pobres saciaré de pan. 16Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes, Y sus santos darán voces de júbilo. 17Allí haré retoñar el poder de David; He dispuesto lámpara a mi ungido. 18A sus enemigos vestiré de confusión, Mas sobre él florecerá su corona.

Copyright © 1960 by American Bible Society (http://www.americanbible.org)