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La Biblia hoy - Reina Valera 1960

Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año

Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:

  • Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.

  • Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.

  • Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?

  • Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.

Fecha seleccionada
29/06/2024

Salmos 80-85

Capítulo 80

Súplica por la restauración

 1Oh Pastor de Israel, escucha; Tú que pastoreas como a ovejas a José, Que estás entre querubines, resplandece. 2Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés, Y ven a salvarnos. 3Oh Dios, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. 4Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo? 5Les diste a comer pan de lágrimas, Y a beber lágrimas en gran abundancia. 6Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos, Y nuestros enemigos se burlan entre sí. 7Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. 8Hiciste venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la plantaste. 9Limpiaste sitio delante de ella, E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra. 10Los montes fueron cubiertos de su sombra, Y con sus sarmientos los cedros de Dios. 11Extendió sus vástagos hasta el mar, Y hasta el río sus renuevos. 12¿Por qué aportillaste sus vallados, Y la vendimian todos los que pasan por el camino? 13La destroza el puerco montés, Y la bestia del campo la devora. 14Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora; Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña, 15La planta que plantó tu diestra, Y el renuevo que para ti afirmaste. 16Quemada a fuego está, asolada; Perezcan por la reprensión de tu rostro. 17Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste. 18Así no nos apartaremos de ti; Vida nos darás, e invocaremos tu nombre. 19¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Capítulo 81

Bondad de Dios y perversidad de Israel

 1Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; Al Dios de Jacob aclamad con júbilo. 2Entonad canción, y tañed el pandero, El arpa deliciosa y el salterio. 3Tocad la trompeta en la nueva luna, En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne. 4Porque estatuto es de Israel, Ordenanza del Dios de Jacob. 5Lo constituyó como testimonio en José Cuando salió por la tierra de Egipto. Oí lenguaje que no entendía; 6Aparté su hombro de debajo de la carga; Sus manos fueron descargadas de los cestos. 7En la calamidad clamaste, y yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno; Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah 8Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres, 9No habrá en ti dios ajeno, Ni te inclinarás a dios extraño. 10Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré. 11Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. 12Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos. 13¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! 14En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios. 15Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido, Y el tiempo de ellos sería para siempre. 16Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña les saciaría.

Capítulo 82

Amonestación contra los juicios injustos

 1Dios está en la reunión de los dioses; En medio de los dioses juzga. 2¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah 3Defended al débil y al huérfano; Haced justicia al afligido y al menesteroso. 4Librad al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos. 5No saben, no entienden, Andan en tinieblas; Tiemblan todos los cimientos de la tierra. 6Yo dije: Vosotros sois dioses, Y todos vosotros hijos del Altísimo; 7Pero como hombres moriréis, Y como cualquiera de los príncipes caeréis. 8Levántate, oh Dios, juzga la tierra; Porque tú heredarás todas las naciones.

Capítulo 83

Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Israel

 1Oh Dios, no guardes silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto. 2Porque he aquí que rugen tus enemigos, Y los que te aborrecen alzan cabeza. 3Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, Y han entrado en consejo contra tus protegidos. 4Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, Y no haya más memoria del nombre de Israel. 5Porque se confabulan de corazón a una, Contra ti han hecho alianza 6Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos; 7Gebal, Amón y Amalec, Los filisteos y los habitantes de Tiro. 8También el asirio se ha juntado con ellos; Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah 9Hazles como a Madián, Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón; 10Que perecieron en Endor, Fueron hechos como estiércol para la tierra. 11Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb; Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes, 12Que han dicho: Heredemos para nosotros Las moradas de Dios. 13Dios mío, ponlos como torbellinos, Como hojarascas delante del viento, 14Como fuego que quema el monte, Como llama que abrasa el bosque. 15Persíguelos así con tu tempestad, Y atérralos con tu torbellino. 16Llena sus rostros de vergüenza, Y busquen tu nombre, oh Jehová. 17Sean afrentados y turbados para siempre; Sean deshonrados, y perezcan. 18Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.

Capítulo 84

Anhelo por la casa de Dios

 1¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! 2Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. 3Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío. 4Bienaventurados los que habitan en tu casa; Perpetuamente te alabarán. Selah 5Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. 6Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques. 7Irán de poder en poder; Verán a Dios en Sion. 8Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración; Escucha, oh Dios de Jacob. Selah 9Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y pon los ojos en el rostro de tu ungido. 10Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad. 11Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. 12Jehová de los ejércitos, Dichoso el hombre que en ti confía.

Capítulo 85

Súplica por l misericordia de Dios sobre Israel

 1Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová; Volviste la cautividad de Jacob. 2Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; Todos los pecados de ellos cubriste. Selah 3Reprimiste todo tu enojo; Te apartaste del ardor de tu ira. 4Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, Y haz cesar tu ira de sobre nosotros. 5¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación? 6¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti? 7Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, Y danos tu salvación. 8Escucharé lo que hablará Jehová Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura. 9Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la gloria en nuestra tierra. 10La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron. 11La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos. 12Jehová dará también el bien, Y nuestra tierra dará su fruto. 13La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrá por camino.

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