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La Biblia hoy - Reina Valera 1960

Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año

Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:

  • Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.

  • Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.

  • Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?

  • Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.

Fecha seleccionada
19/06/2024

Salmos 31-34

Capítulo 31

Declaración de confianza

 1En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; Líbrame en tu justicia. 2Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. 3Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás. 4Sácame de la red que han escondido para mí, Pues tú eres mi refugio. 5En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. 6Aborrezco a los que esperan en vanidades ilusorias; Mas yo en Jehová he esperado. 7Me gozaré y alegraré en tu misericordia, Porque has visto mi aflicción; Has conocido mi alma en las angustias. 8No me entregaste en mano del enemigo; Pusiste mis pies en lugar espacioso. 9Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; Se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo. 10Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; Se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido. 11De todos mis enemigos soy objeto de oprobio, Y de mis vecinos mucho más, y el horror de mis conocidos; Los que me ven fuera huyen de mí. 12He sido olvidado de su corazón como un muerto; He venido a ser como un vaso quebrado. 13Porque oigo la calumnia de muchos; El miedo me asalta por todas partes, Mientras consultan juntos contra mí E idean quitarme la vida. 14Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios. 15En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. 16Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; Sálvame por tu misericordia. 17No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado; Sean avergonzados los impíos, estén mudos en el Seol. 18Enmudezcan los labios mentirosos, Que hablan contra el justo cosas duras Con soberbia y menosprecio. 19¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! 20En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; Los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas. 21Bendito sea Jehová, Porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada. 22Decía yo en mi premura: Cortado soy de delante de tus ojos; Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti clamaba. 23Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; A los fieles guarda Jehová, Y paga abundantemente al que procede con soberbia. 24Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón.

Capítulo 32

La dicha del perdón

 1Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. 3Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. 4Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah 5Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah 6Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él. 7Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Selah 8Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. 9No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan a ti. 10Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia. 11Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

Capítulo 33

Alabanzas al Creador y Preservador

 1Alegraos, oh justos, en Jehová; En los íntegros es hermosa la alabanza. 2Aclamad a Jehová con arpa; Cantadle con salterio y decacordio. 3Cantadle cántico nuevo; Hacedlo bien, tañendo con júbilo. 4Porque recta es la palabra de Jehová, Y toda su obra es hecha con fidelidad. 5El ama justicia y juicio; De la misericordia de Jehová está llena la tierra. 6Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. 7El junta como montón las aguas del mar; El pone en depósitos los abismos. 8Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo. 9Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió. 10Jehová hace nulo el consejo de las naciones, Y frustra las maquinaciones de los pueblos. 11El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones. 12Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para sí. 13Desde los cielos miró Jehová; Vio a todos los hijos de los hombres; 14Desde el lugar de su morada miró Sobre todos los moradores de la tierra. 15El formó el corazón de todos ellos; Atento está a todas sus obras. 16El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza. 17Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar. 18He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia, 19Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en tiempo de hambre. 20Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él. 21Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado. 22Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti.

Capítulo 34

La protección divina

 1Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. 2En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán. 3Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre. 4Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. 5Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados. 6Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. 7El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende. 8Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él. 9Temed a Jehová, vosotros sus santos, Pues nada falta a los que le temen. 10Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. 11Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré. 12¿Quién es el hombre que desea vida, Que desea muchos días para ver el bien? 13Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño. 14Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela. 15Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos. 16La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la memoria de ellos. 17Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias. 18Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. 19Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. 20El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado. 21Matará al malo la maldad, Y los que aborrecen al justo serán condenados. 22Jehová redime el alma de sus siervos, Y no serán condenados cuantos en él confían.

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