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La Biblia hoy - Reina Valera 1960

Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año

Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:

  • Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.

  • Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.

  • Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?

  • Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.

Fecha seleccionada
14/06/2024

Job 41 Salmos 4

Capítulo 41

 1¿Sacarás tú al leviatán con anzuelo, O con cuerda que le eches en su lengua? 2¿Pondrás tú soga en sus narices, Y horadarás con garfio su quijada? 3¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Te hablará él lisonjas? 4¿Hará pacto contigo Para que lo tomes por siervo perpetuo? 5¿Jugarás con él como con pájaro, O lo atarás para tus niñas? 6¿Harán de él banquete los compañeros? ¿Lo repartirán entre los mercaderes? 7¿Cortarás tú con cuchillo su piel, O con arpón de pescadores su cabeza? 8Pon tu mano sobre él; Te acordarás de la batalla, y nunca más volverás. 9He aquí que la esperanza acerca de él será burlada, Porque aun a su sola vista se desmayarán. 10Nadie hay tan osado que lo despierte; ¿Quién, pues, podrá estar delante de mí? 11¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío. 12No guardaré silencio sobre sus miembros, Ni sobre sus fuerzas y la gracia de su disposición. 13¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se acercará a él con su freno doble? 14¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Las hileras de sus dientes espantan. 15La gloria de su vestido son escudos fuertes, Cerrados entre sí estrechamente. 16El uno se junta con el otro, Que viento no entra entre ellos. 17Pegado está el uno con el otro; Están trabados entre sí, que no se pueden apartar. 18Con sus estornudos enciende lumbre, Y sus ojos son como los párpados del alba. 19De su boca salen hachones de fuego; Centellas de fuego proceden. 20De sus narices sale humo, Como de una olla o caldero que hierve. 21Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama. 22En su cerviz está la fuerza, Y delante de él se esparce el desaliento. 23Las partes más flojas de su carne están endurecidas; Están en él firmes, y no se mueven. 24Su corazón es firme como una piedra, Y fuerte como la muela de abajo. 25De su grandeza tienen temor los fuertes, Y a causa de su desfallecimiento hacen por purificarse. 26Cuando alguno lo alcanzare, Ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete durará. 27Estima como paja el hierro, Y el bronce como leño podrido. 28Saeta no le hace huir; Las piedras de honda le son como paja. 29Tiene toda arma por hojarasca, Y del blandir de la jabalina se burla. 30Por debajo tiene agudas conchas; Imprime su agudez en el suelo. 31Hace hervir como una olla el mar profundo, Y lo vuelve como una olla de ungüento. 32En pos de sí hace resplandecer la senda, Que parece que el abismo es cano. 33No hay sobre la tierra quien se le parezca; Animal hecho exento de temor. 34Menosprecia toda cosa alta; Es rey sobre todos los soberbios.

Capítulo 42

Confesión y justificación de Job

 1Respondió Job a Jehová, y dijo: 2Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. 3¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. 4Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 6Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza. 7Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras a Job, Jehová dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job. 8Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job. 9Fueron, pues, Elifaz temanita, Bildad suhita y Zofar naamatita, e hicieron como Jehová les dijo; y Jehová aceptó la oración de Job. Restauración de la prosperidad de Job

Restauración de la prosperidad de Job

 10Y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. 11Y vinieron a él todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él; y cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un anillo de oro. 12Y bendijo Jehová el postrer estado de Job más que el primero; porque tuvo catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas, 13y tuvo siete hijos y tres hijas. 14Llamó el nombre de la primera, Jemima, el de la segunda, Cesia, y el de la tercera, Keren-hapuc. 15Y no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra; y les dio su padre herencia entre sus hermanos. 16Después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. 17Y murió Job viejo y lleno de días.

Capítulo 1

El justo y los pecadores

 1Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. 4No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. 5Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.

Capítulo 2

El reino del ungido de Jehová

 1¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? 2Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido, diciendo: 3Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas. 4El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. 5Luego hablará a ellos en su furor, Y los turbará con su ira. 6Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte. 7Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. 8Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. 9Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los desmenuzarás. 10Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; Admitid amonestación, jueces de la tierra. 11Servid a Jehová con temor, Y alegraos con temblor. 12Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían.

Capítulo 3

Oración matutina de confianza en Dios

 1¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí. 2Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios. Selah 3Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. 4Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo. Selah 5Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba. 6No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí. 7Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío; Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; Los dientes de los perversos quebrantaste. 8La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah

Capítulo 4

Oración vespertina de confianza en Dios

 1Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; Ten misericordia de mí, y oye mi oración. 2Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah 3Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a él clamare. 4Temblad, y no pequéis; Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah 5Ofreced sacrificios de justicia, Y confiad en Jehová. 6Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro. 7Tú diste alegría a mi corazón Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. 8En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

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