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La Biblia hoy - Reina Valera 1960

Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año

Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:

  • Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.

  • Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.

  • Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?

  • Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.

Fecha seleccionada
10/07/2024

Salmos 133-139

Capítulo 133

La bienaventuranza del amor fraternal

 1¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! 2Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.

Capítulo 134

Exhoratación a los guardas del templo

 1Mirad, bendecid a Jehová, Vosotros todos los siervos de Jehová, Los que en la casa de Jehová estáis por las noches. 2Alzad vuestras manos al santuario, Y bendecid a Jehová. 3Desde Sion te bendiga Jehová, El cual ha hecho los cielos y la tierra.

Capítulo 135

La grandeza del Señor y la vanidad de los ídolos

 1Alabad el nombre de Jehová; Alabadle, siervos de Jehová; 2Los que estáis en la casa de Jehová, En los atrios de la casa de nuestro Dios. 3Alabad a JAH, porque él es bueno; Cantad salmos a su nombre, porque él es benigno. 4Porque JAH ha escogido a Jacob para sí, A Israel por posesión suya. 5Porque yo sé que Jehová es grande, Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses. 6Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. 7Hace subir las nubes de los extremos de la tierra; Hace los relámpagos para la lluvia; Saca de sus depósitos los vientos. 8El es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto, Desde el hombre hasta la bestia. 9Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, Contra Faraón, y contra todos sus siervos. 10Destruyó a muchas naciones, Y mató a reyes poderosos; 11A Sehón rey amorreo, A Og rey de Basán, Y a todos los reyes de Canaán. 12Y dio la tierra de ellos en heredad, En heredad a Israel su pueblo. 13Oh Jehová, eterno es tu nombre; Tu memoria, oh Jehová, de generación en generación. 14Porque Jehová juzgará a su pueblo, Y se compadecerá de sus siervos. 15Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombres. 16Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven; 17Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas. 18Semejantes a ellos son los que los hacen, Y todos los que en ellos confían. 19Casa de Israel, bendecid a Jehová; Casa de Aarón, bendecid a Jehová; 20Casa de Leví, bendecid a Jehová; Los que teméis a Jehová, bendecid a Jehová. 21Desde Sion sea bendecido Jehová, Quien mora en Jerusalén. Aleluya.

Capítulo 136

Alabanza por la misericordia eterna de Jehová

 1Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. 2Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. 3Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia. 4Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia. 5Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia. 6Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia. 7Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia. 8El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia. 9La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia. 10Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia. 11Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia. 12Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia. 13Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia; 14E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia; 15Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia. 16Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. 17Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia; 18Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia; 19A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia; 20Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia; 21Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia; 22En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia. 23El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; 24Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia. 25El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia. 26Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia.

Capítulo 137

Lamento de los cautivos en Babilonia

 1Junto a los ríos de Babilonia, Allí nos sentábamos, y aun llorábamos, Acordándonos de Sion. 2Sobre los sauces en medio de ella Colgamos nuestras arpas. 3Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion. 4¿Cómo cantaremos cántico de Jehová En tierra de extraños? 5Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, Pierda mi diestra su destreza. 6Mi lengua se pegue a mi paladar, Si de ti no me acordare; Si no enalteciere a Jerusalén Como preferente asunto de mi alegría. 7Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, Cuando decían: Arrasadla, arrasadla Hasta los cimientos. 8Hija de Babilonia la desolada, Bienaventurado el que te diere el pago De lo que tú nos hiciste. 9Dichoso el que tomare y estrellare tus niños Contra la peña.

Capítulo 138

Acción de gracias a favor de Jehová

 1Te alabaré con todo mi corazón; Delante de los dioses te cantaré salmos. 2Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. 3El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma. 4Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, Porque han oído los dichos de tu boca. 5Y cantarán de los caminos de Jehová, Porque la gloria de Jehová es grande. 6Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos. 7Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. 8Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.

Capítulo 139

Omnipresencia y omnisciencia de Dios

 1Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. 4Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. 5Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. 6Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. 7¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, 10Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. 13Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. 14Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. 15No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. 16Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. 17¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! 18Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo. 19De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios. 20Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre. 21¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me enardezco contra tus enemigos? 22Los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos. 23Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; 24Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.

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