La Biblia hoy - Reina Valera 1995
Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año
Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:
Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.
Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.
Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?
Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.
Capítulo 11
Animales limpios e inmundos
1Habló Jehová a Moisés y a Aarón, y les dijo: 2Hablad a los hijos de Israel y decidles: Estos son los animales que comeréis de entre todos los animales que hay sobre la tierra. 3De entre los animales, comeréis todo el que tiene pezuña hendida y que rumia. 4Pero de los que rumian o que tienen pezuña, no comeréis: El camello, porque rumia pero no tiene pezuña hendida, lo tendréis por inmundo. 5También el conejo, porque rumia pero no tiene pezuña, lo tendréis por inmundo. 6Asimismo la liebre, porque rumia pero no tiene pezuña, la tendréis por inmunda. 7También el cerdo, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas pero no rumia, lo tendréis por inmundo. 8De su carne no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto: los tendréis por inmundos. 9De todos los animales que viven en las aguas comeréis estos: todos los que tienen aletas y escamas, ya sean de mar o de río, los podréis comer. 10Pero tendréis como cosa abominable todos los que no tienen aletas ni escamas, ya sean de mar o de río, entre todo lo que se mueve y entre toda cosa viviente que está en las aguas. 11Os serán, pues, abominación: de su carne no comeréis, y abominaréis sus cuerpos muertos. 12Tendréis por abominable todo lo que en las aguas no tiene aletas y escamas. 13Entre las aves tendréis por abominables, y no se comerán por ser abominación, las siguientes: el águila, el quebrantahuesos, el azor, 14el gallinazo, el milano según su especie; 15toda clase de cuervos; 16el avestruz, la lechuza, la gaviota, el gavilán según su especie; 17el búho, el somormujo, el ibis, 18el calamón, el pelícano, el buitre, 19la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago. 20Tendréis por abominable todo insecto alado que anda sobre cuatro patas. 21Pero de todo insecto alado que anda sobre cuatro patas comeréis el que, además de sus patas, tiene zancas para saltar con ellas sobre la tierra. 22De ellos comeréis estos: toda clase de langosta, de langostín, de grillo y saltamontes. 23Cualquier otro insecto alado que tenga cuatro patas, os será abominación. 24Por estas cosas quedaréis impuros: Cualquiera que toque los cuerpos muertos de estos animales, quedará impuro hasta la noche. 25Cualquiera que levante el cadáver de alguno de ellos, lavará sus vestidos, y quedará impuro hasta la noche. 26Tendréis por inmundo todo animal de pezuña, pero que no tiene pezuña hendida ni rumia; cualquiera que los toque quedará impuro. 27De todos los animales que andan en cuatro patas, tendréis por inmundo a cualquiera que se apoye sobre sus garras; todo el que toque sus cadáveres quedará impuro hasta la noche. 28Y el que levante sus cadáveres lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la noche: los tendréis por inmundos. 29Y tendréis por inmundos a los siguientes animales que se mueven sobre la tierra: la comadreja, el ratón, las distintas especies de rana, 30el erizo, el cocodrilo, el lagarto, la lagartija y el camaleón. 31Estos tendréis por inmundos de entre los animales que se mueven, y cualquiera que los toque cuando estén muertos quedará impuro hasta la noche. 32También será inmundo todo aquello sobre lo que caiga algo de ellos después de muertos; sea objeto de madera, vestido, piel, saco, sea cualquier instrumento con el que se trabaja. Será metido en agua y quedará inmundo hasta la noche: entonces quedará limpio. 33Toda vasija de barro dentro de la cual caiga alguno de ellos será inmunda, así como todo lo que esté dentro de ella; y la vasija deberá quebrarse. 34Toda cosa comestible sobre la cual caiga el agua de tales vasijas será inmunda, y toda bebida que haya en esas vasijas será inmunda. 35Todo aquello sobre lo que caiga alguno de esos cadáveres será inmundo: el horno u hornillos se derribarán; son inmundos, y por inmundos los tendréis. 36Sin embargo, la fuente y la cisterna donde se recogen las aguas permanecerán limpias, pero lo que haya tocado los cadáveres será inmundo. 37Y si cae uno de esos cadáveres sobre alguna semilla que se haya de sembrar, será limpia. 38Pero si se ha puesto agua en la semilla, y cae uno de los cadáveres sobre ella, la tendréis por inmunda. 39Si muere algún animal que tienes para comer, el que toque su cadáver quedará impuro hasta la noche. 40El que coma del cuerpo muerto lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la noche; también el que saque el cuerpo muerto lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la noche. 41Todo reptil que se arrastra sobre la tierra es abominación: no se comerá. 42No comeréis ningún animal que anda sobre el vientre, que anda sobre cuatro o más patas, o se arrastra sobre la tierra, porque es abominación. 43No hagáis abominables vuestras personas con ningún animal que se arrastra, ni os contaminéis con ellos, ni seáis impuros por ellos. 44Yo soy Jehová, vuestro Dios. Vosotros por tanto os santificaréis y seréis santos, porque yo soy santo. Así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. 45Yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo. 46Esta es la ley acerca de las bestias, de las aves, de todo ser viviente que se mueve en las aguas y de todo animal que se arrastra sobre la tierra, 47para que hagáis distinción entre lo inmundo y lo limpio, y entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer.Capítulo 12
La purificación de la mujer después del parto
1Habló Jehová a Moisés y le dijo: 2Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer, cuando conciba y dé a luz un hijo varón, quedará impura durante siete días; como en los días de su menstruación será impura. 3Al octavo día se circuncidará al niño. 4Pero ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre. Ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario hasta que se cumplan los días de su purificación. 5Si da a luz una hija, quedará impura durante dos semanas, conforme a su separación, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre. 6Cuando los días de su purificación se cumplan, ya sea por un hijo o una hija, llevará al sacerdote un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del Tabernáculo de reunión. 7El sacerdote los ofrecerá delante de Jehová y hará expiación por ella. Así quedará limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley para la que da a luz un hijo o una hija. 8Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación. El sacerdote hará expiación por ella, y quedará limpia.Capítulo 13
Leyes acerca de la lepra
1Habló Jehová a Moisés y a Aarón, y les dijo: 2Cuando el hombre tenga en la piel de su cuerpo una hinchazón o una erupción o una mancha blanca, y haya en la piel de su cuerpo como una llaga de lepra, será llevado a Aarón, el sacerdote, o a uno de sus hijos, los sacerdotes. 3El sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el vello en la llaga se ha vuelto blanco y se ve la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es. El sacerdote lo reconocerá y lo declarará impuro. 4Si en la piel de su cuerpo hay una mancha blanca, pero no se ve más profunda que la piel ni el vello se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado durante siete días. 5Al séptimo día el sacerdote lo examinará, y si la llaga conserva el mismo aspecto y no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo volverá a encerrar por otros siete días. 6Al séptimo día el sacerdote lo reconocerá de nuevo; si ve que se ha oscurecido la llaga, y que no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio: era una erupción. Lavará sus vestidos y quedará limpio. 7Pero si se extiende la erupción en la piel después que él se mostró al sacerdote para ser limpio, deberá mostrarse otra vez al sacerdote. 8El sacerdote lo reconocerá, y si ve que la erupción se ha extendido en la piel, lo declarará impuro: es lepra. 9Cuando haya llaga de lepra en el hombre, será llevado al sacerdote. 10Si al examinarlo el sacerdote observa un tumor blanco en la piel, el cual ha hecho que el vello mude de color, y también se descubre la carne viva, 11es lepra crónica en la piel de su cuerpo. El sacerdote lo declarará impuro, aunque no lo encerrará, porque ya es impuro. 12Pero si la lepra brota y se extiende por la piel, de modo que cubre toda la piel del llagado desde la cabeza hasta los pies, hasta donde pueda ver el sacerdote, 13entonces este lo reconocerá. Si la lepra ha cubierto todo su cuerpo, declarará limpio al llagado; toda ella se ha vuelto blanca, y él es limpio. 14Pero el día que aparezca en él la carne viva, quedará impuro. 15El sacerdote examinará la carne viva y lo declarará impuro, pues la carne viva es impura: es lepra. 16Pero cuando la carne viva cambie y se vuelva blanca, entonces irá al sacerdote, 17y el sacerdote lo examinará. Si la llaga se ha vuelto blanca, el sacerdote declarará limpio al que tenía la llaga, y quedará limpio. 18Cuando una persona tenga en su piel una llaga, que luego sana, 19pero en el lugar de la llaga aparece una hinchazón o una mancha blanca rojiza, será mostrado al sacerdote. 20El sacerdote lo examinará; si ve que está más profunda que la piel, y que su vello se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro: es lepra que brota de la llaga. 21Pero si el sacerdote la examina y no ve en ella vello blanco, ni que es más profunda que la piel, sino oscura, entonces el sacerdote lo encerrará por siete días. 22Si se ha extendido por la piel, entonces el sacerdote lo declarará impuro: es una llaga. 23Pero si la mancha blanca permanece en su lugar y no se ha extendido, es la cicatriz de la llaga, y el sacerdote lo declarará limpio. 24Asimismo cuando haya en la piel del cuerpo una quemadura de fuego, y aparezca en la parte quemada una mancha blanquecina, rojiza o blanca, 25el sacerdote la examinará. Si el vello se ha vuelto blanco en la mancha, y esta es más profunda que la piel, es lepra que salió en la quemadura. El sacerdote lo declarará impuro por ser llaga de lepra. 26Pero si el sacerdote la examina y no hay en la mancha vello blanco, ni es más profunda que la piel, sino que es oscura, lo encerrará el sacerdote por siete días. 27Al séptimo día el sacerdote la reconocerá; y si se ha ido extendiendo por la piel, el sacerdote lo declarará impuro: es llaga de lepra. 28Pero si la mancha permanece en su lugar y no se ha extendido en la piel, sino que es oscura, se trata de la cicatriz de la quemadura. El sacerdote lo declarará limpio, porque señal de la quemadura es. 29Cuando a un hombre o a una mujer le salga una llaga en la cabeza, o en la barba, 30el sacerdote examinará la llaga. Si ve que es más profunda que la piel y que el pelo en ella es amarillento y delgado, entonces el sacerdote lo declarará impuro: es tiña, lepra de la cabeza o de la barba. 31Pero si, al examinar la llaga de la tiña, el sacerdote ve que no es más profunda que la piel ni hay en ella pelo negro, encerrará por siete días al llagado de la tiña. 32Al séptimo día el sacerdote examinará la llaga, y si la tiña no se ha extendido ni hay en ella pelo amarillento, ni se ve la tiña más profunda que la piel, 33entonces hará que se rasure, salvo en el lugar afectado, y el sacerdote encerrará por otros siete días al que tiene la tiña. 34Al séptimo día el sacerdote examinará la tiña, y si la tiña no se ha extendido en la piel ni es más profunda que la piel, el sacerdote lo declarará limpio; lavará sus vestidos y quedará limpio. 35Pero si la tiña se ha ido extendiendo en la piel después de su purificación, 36entonces el sacerdote la examinará, y si la tiña se ha extendido en la piel, no busque el sacerdote el pelo amarillento: es impuro. 37Pero si le parece que la tiña está detenida y que ha salido en ella el pelo negro, la tiña está sanada; la persona está limpia, y limpia la declarará el sacerdote. 38Asimismo cuando un hombre o una mujer tenga en la piel de su cuerpo manchas, manchas blancas, 39el sacerdote lo examinará, y si en la piel de su cuerpo aparecen manchas blancas algo oscurecidas, es una erupción que brotó en la piel: la persona está limpia. 40Si a un hombre se le cae el cabello, se queda calvo, pero limpio. 41Si se le cae el cabello de la frente, se queda calvo por delante, pero es limpio. 42Pero cuando en la calva o en las entradas haya una llaga blanca rojiza, lepra es que brota en su calva o en sus entradas. 43Entonces el sacerdote lo examinará, y si la hinchazón de la llaga blanca rojiza en su calva o en sus entradas se parece a la de la lepra de la piel del cuerpo, 44leproso es, es impuro. El sacerdote lo declarará luego impuro; en su cabeza tiene la llaga. 45El leproso que tenga llagas llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y con el rostro semicubierto gritará: ¡Impuro! ¡Impuro! 46Todo el tiempo que tenga las llagas, será impuro. Estará impuro y habitará solo; fuera del campamento vivirá. 47Cuando en un vestido aparezca una mancha de lepra, ya sea vestido de lana o de lino, 48o en urdimbre o en trama de lino o de lana, o en cuero, o en cualquier objeto de cuero, 49y si la mancha es verdosa o rojiza, en vestido o en cuero, en urdimbre o en trama, o en cualquier objeto de cuero, es mancha de lepra y se ha de mostrar al sacerdote. 50El sacerdote examinará la mancha, y encerrará la cosa manchada durante siete días. 51Al séptimo día examinará la mancha, y si se ha extendido en el vestido, en la urdimbre o en la trama, en el cuero o en cualquier objeto hecho de cuero, la mancha es lepra maligna: el objeto será inmundo. 52Será quemado el vestido, la urdimbre o trama de lana o de lino, o cualquier objeto de cuero en que haya tal mancha, porque lepra maligna es: al fuego será quemado. 53Pero si el sacerdote, al examinarlo, ve que la mancha no se ha extendido en el vestido, en la urdimbre o en la trama, o en cualquier objeto de cuero, 54entonces el sacerdote mandará que laven donde está la mancha, y lo encerrará otra vez por siete días. 55Después que la mancha haya sido lavada, el sacerdote la examinará, y si ve que la mancha no ha cambiado de aspecto, aunque no se haya extendido, el objeto es inmundo y lo quemarás al fuego: es corrosión penetrante, esté lo raído en el derecho o en el revés de aquella cosa. 56Pero si el sacerdote la ve, y parece que la mancha se ha oscurecido después que fue lavada, la cortará del vestido, del cuero, de la urdimbre o de la trama. 57Si aparece de nuevo en el vestido, la urdimbre o la trama, o en cualquier cosa de cuero, extendiéndose en ellos, quemarás al fuego aquello en que esté la mancha. 58Pero el vestido, la urdimbre o la trama, o cualquier cosa de cuero que laves, y que se le quite la mancha, se lavará por segunda vez, y entonces quedará limpia. 59Esta es la ley para la mancha de la lepra en los vestidos de lana o de lino, de urdimbre o de trama, o de cualquier objeto de cuero, para que sean declarados limpios o inmundos.Copyright © 1995 by United Bible Societies (http://www.unitedbiblesocieties.org)