La Biblia hoy - Reina Valera 1995
Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año
Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:
Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.
Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.
Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?
Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.
Capítulo 20
Los Diez Mandamientos
1Habló Dios todas estas palabras: 2Yo soy Jehová, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 3No tendrás dioses ajenos delante de mí. 4No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5No te inclinarás a ellas ni las honrarás, porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6y hago misericordia por millares a los que me aman y guardan mis mandamientos. 7No tomarás el nombre de Jehová, tu Dios, en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tome su nombre en vano. 8Acuérdate del sábado para santificarlo. 9Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 10pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, 11porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el sábado y lo santificó. 12Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová, tu Dios, te da. 13No matarás. 14No cometerás adulterio. 15No hurtarás. 16No dirás contra tu prójimo falso testimonio. 17No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.El terror del pueblo
18Todo el pueblo observaba el estruendo, los relámpagos, el sonido de la bocina y el monte que humeaba. Al ver esto, el pueblo tuvo miedo y se mantuvo alejado. 19Entonces dijeron a Moisés: —Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos. 20Moisés respondió al pueblo: —No temáis, pues Dios vino para probaros, para que su temor esté ante vosotros y no pequéis. 21Y mientras el pueblo se mantenía alejado, Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba Dios. 22Jehová dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que os he hablado desde el cielo. 23No os hagáis dioses de plata ni dioses de oro para ponerlos junto a mí. 24Me harás un altar de tierra, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas. En todo lugar donde yo haga que se recuerde mi nombre, vendré a ti y te bendeciré. 25Y si me haces un altar de piedras, no las labres de cantería, porque si alzas tus herramientas sobre él, lo profanarás. 26Tampoco subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él.Capítulo 21
Leyes sobre los esclavos
1Estas son las leyes que les propondrás. 2Si compras un siervo hebreo, seis años servirá, pero al séptimo saldrá libre, de balde. 3Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, su mujer saldrá con él. 4Si su amo le dio una mujer, y ella le dio hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. 5Pero si el siervo dice: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; no quiero salir libre, 6entonces su amo lo llevará ante los jueces, lo arrimará a la puerta o al poste, y le horadará la oreja con lesna. Así será su siervo para siempre. 7Cuando alguien venda a su hija como sierva, ella no saldrá libre como suelen salir los siervos. 8Si no agrada a su señor, por lo cual no la tomó como esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la deseche. 9Pero si la desposa con su hijo, hará con ella según se acostumbra con las hijas. 10Si toma para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. 11Y si ninguna de estas tres cosas le provee, ella saldrá de gracia, sin dinero.Leyes sobre actos de violencia
12El que hiera a alguien, haciéndolo así morir, él morirá. 13Pero el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré el lugar al cual ha de huir. 14Pero si alguien se enoja contra su prójimo y lo mata con alevosía, de mi altar lo apartarás para que muera. 15El que hiera a su padre o a su madre, morirá. 16Asimismo el que secuestre una persona y la venda, o si es hallada en sus manos, morirá. 17Igualmente el que maldiga a su padre o a su madre, morirá. 18Además, si algunos riñen, y uno hiere a su prójimo con piedra o con el puño, y este no muere, sino que después de guardar cama 19se levanta y anda por fuera, apoyado en su bastón, entonces será absuelto el que lo hirió; solamente le pagará por lo que estuvo sin trabajar, y hará que lo curen. 20Si alguien hiere a su siervo o a su sierva con un palo, y muere entre sus manos, será castigado; 21pero si sobrevive por un día o dos, no será castigado, porque es propiedad suya. 22Si algunos riñen y hieren a una mujer embarazada, y esta aborta, pero sin causarle ningún otro daño, serán penados conforme a lo que les imponga el marido de la mujer y juzguen los jueces. 23Pero si le causan otro daño, entonces pagarás vida por vida, 24ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.Leyes sobre responsabilidades de amos y dueños
26Si alguien hiere el ojo de su siervo o el ojo de su sierva, y lo daña, le dará libertad por razón de su ojo. 27Y si hace saltar un diente de su siervo o un diente de su sierva, por su diente le dejará en libertad. 28Si un buey cornea a un hombre o a una mujer y le causa la muerte, el buey será apedreado y no se comerá su carne, pero el dueño del buey será absuelto. 29Pero si el buey acostumbraba a cornear, y su dueño no lo hubiera guardado, aunque se le hubiera notificado, y mata a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño. 30Si le es impuesto un precio de rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le sea impuesto. 31Haya corneado a un hijo o haya corneado a una hija, conforme a este juicio se hará con él. 32Si el buey cornea a un siervo o a una sierva, su dueño pagará treinta siclos de plata, y el buey será apedreado. 33Si alguien abre un pozo o cava una cisterna, y no la tapa, y cae allí un buey o un asno, 34el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y el animal muerto será suyo. 35Pero si el buey de alguien hiere al buey de su prójimo causándole la muerte, entonces venderán el buey vivo y se repartirán el dinero, y también se repartirán el buey muerto. 36Pero si era notorio que el buey acostumbraba cornear, y su dueño no lo hubiera guardado, pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.Capítulo 22
Leyes sobre la restitución
1Cuando alguien robe un buey o una oveja, y los degüelle o los venda, por el buey pagará cinco bueyes, y por la oveja, cuatro ovejas. 2Si el ladrón, sorprendido forzando una casa, es herido y muere, el que lo hirió no será culpado de su muerte. 3Pero si es de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tiene con qué, será vendido para pagar lo robado. 4Si lo robado, sea buey, asno u oveja, es hallado vivo en sus manos, pagará el doble. 5Si alguien hace pastar en un campo o una viña, y mete su bestia en campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará. 6Cuando se prenda fuego, y al quemar espinos se quema también mieses amontonadas o en pie, o un campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado. 7Cuando alguien dé a su prójimo plata o alhajas a guardar, y las roben de la casa de aquel hombre, si el ladrón es hallado, pagará el doble. 8Si el ladrón no es hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su prójimo. 9En toda clase de fraude, ya se trate de buey, asno, oveja, vestido o cualquier cosa perdida, cuando alguien diga: Esto es mío, la causa de ambos vendrá ante los jueces; y aquel a quien los jueces condenen, pagará el doble a su prójimo. 10Si alguien da a guardar a su prójimo un asno, un buey, una oveja o cualquier otro animal, y este muere, es estropeado o robado sin que nadie lo vea, 11juramento de Jehová mediará entre ambos de que no metió sus manos en los bienes de su prójimo: su dueño lo aceptará, y el otro no pagará. 12Pero si le fue robado, resarcirá a su dueño. 13Y si le fue arrebatado por una fiera, le traerá testimonio y no pagará lo arrebatado. 14Pero si alguien toma prestada una bestia de su prójimo, y es estropeada o muerta estando ausente su dueño, deberá pagarla. 15Si el dueño estaba presente, no la pagará. Si era alquilada, reciba el dueño el alquiler.Leyes humanitarias
16Si alguien engaña a una joven que no ha sido desposada y duerme con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer. 17Si su padre no quiere dársela, él le pagará conforme a la dote de las vírgenes. 18A la hechicera no la dejarás con vida. 19Cualquiera que cohabite con una bestia, morirá. 20El que ofrezca sacrificio a otros dioses en vez de ofrecérselo solamente a Jehová, será muerto. 21Al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. 22A ninguna viuda ni huérfano afligiréis, 23porque si tú llegas a afligirlos, y ellos claman a mí, ciertamente oiré yo su clamor, 24mi furor se encenderá y os mataré a espada; vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos. 25Cuando prestes dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como usurero ni le cobrarás intereses. 26Si tomas en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás, 27porque solo eso es su abrigo, el vestido para cubrir su cuerpo. ¿Con qué dormirá? Y cuando él clame a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso. 28No ofenderás a los jueces ni maldecirás al príncipe de tu pueblo. 29No demorarás en traerme la primicia de tu cosecha ni de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos. 30Lo mismo harás con el de tu buey y el de tu oveja; siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás. 31Me seréis hombres santos. No comeréis carne destrozada por las fieras en el campo; a los perros la echaréis.Copyright © 1995 by United Bible Societies (http://www.unitedbiblesocieties.org)