La Biblia hoy - Reina Valera 1995
Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año
Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:
Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.
Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.
Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?
Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.
Capítulo 30
La ley de los votos
1Habló Moisés a los príncipes de las tribus de los hijos de Israel y les dijo: Esto es lo que Jehová ha mandado: 2Cuando alguien haga un voto a Jehová, o haga un juramento ligando su alma con alguna obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca. 3Pero cuando una mujer joven, que todavía vive en la casa de su padre, haga un voto a Jehová o asuma alguna obligación, 4si su padre sabe de su voto o de la obligación con que ligó su alma, y su padre no dice nada, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que haya ligado su alma, firme será. 5Pero si su padre se lo prohíbe el día en que se entera, ninguno de los votos y las obligaciones con que ella haya ligado su alma será firme. Y Jehová la perdonará, por cuanto su padre se lo prohibió. 6Pero si es casada y hace votos, o pronuncia con sus labios cosa con que obligue su alma, 7y al enterarse su marido no dice nada, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será. 8Pero si cuando su marido se entera, se lo prohíbe, entonces queda anulado el voto que ella hizo y el compromiso de sus labios con que ligó su alma. Y Jehová la perdonará. 9Pero todo voto de viuda o repudiada con que ligue su alma será firme. 10Si una mujer hace un voto en casa de su marido, y ha ligado su alma con alguna obligación bajo juramento, 11y al enterarse su marido no dice nada ni se lo prohíbe, entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que haya ligado su alma, firme será. 12Pero si su marido los anuló el día que se enteró, todo lo que salió de sus labios en cuanto a sus votos y en cuanto a la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y Jehová la perdonará. 13Todo voto y todo juramento que obligue a afligir el alma, su marido lo confirmará, o su marido lo anulará. 14Pero si su marido calla ante ello, día tras día, entonces confirmó todos sus votos y todas las obligaciones que pesan sobre ella; los confirmó, por cuanto calló ante ello el día que se enteró. 15Pero si los anula después de haberse enterado, entonces él cargará con el pecado de ella. 16Estas son las ordenanzas que Jehová mandó a Moisés entre el marido y su mujer, y entre el padre y la hija que, durante su juventud, todavía vive en casa de su padre.Capítulo 31
Venganza de Israel contra Madián
1Jehová habló a Moisés y le dijo: 2Ejecuta la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; después irás a reunirte con tu pueblo. 3Entonces Moisés dijo al pueblo: Armaos algunos de vosotros para la guerra contra Madián, y vayan a ejecutar la venganza de Jehová en Madián. 4Enviaréis a la guerra a mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel. 5Así fueron aportados, de los millares de Israel, mil por cada tribu: doce mil hombres en pie de guerra. 6Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió. Finees, hijo del sacerdote Eleazar, fue a la guerra con los vasos del santuario y con las trompetas en sus manos para tocar. 7Pelearon contra Madián como Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todos los hombres. 8Además de estas víctimas, mataron también a los reyes de Madián, Evi, Requem, Zur, Hur y Reba: cinco reyes de Madián. También mataron a espada a Balaam hijo de Beor. 9Los hijos de Israel se llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas con sus niños, y les arrebataron todas sus bestias, todos sus ganados y bienes. 10Incendiaron todas sus ciudades, aldeas y habitaciones. 11Tomaron todo el despojo y todo el botín, tanto de hombres como de bestias, 12y llevaron los cautivos, el botín y los despojos ante Moisés, ante el sacerdote Eleazar y ante la congregación de los hijos de Israel, al campamento en los llanos de Moab, que están junto al Jordán, frente a Jericó. 13Salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento. 14Pero Moisés se enojó contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra. 15Les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres? 16Ellas, por consejo de Balaam, fueron causa de que los hijos de Israel pecaran contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, y por eso hubo mortandad en la congregación de Jehová. 17Matad, pues, ahora a todos los niños varones; matad también a toda mujer que haya tenido relaciones carnales con un hombre. 18Pero dejaréis con vida a todas las niñas entre las mujeres que no hayan conocido hombre. 19En cuanto a vosotros, cualquiera que haya dado muerte a una persona, y cualquiera que haya tocado un muerto, permaneced fuera del campamento siete días. Os purificaréis al tercer día y al séptimo, vosotros y vuestros cautivos. 20Asimismo purificaréis todo vestido, toda prenda de pieles, toda obra de pelo de cabra y todo utensilio de madera.Repartición del botín
21El sacerdote Eleazar dijo a los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha mandado a Moisés: 22Ciertamente el oro y la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo, 23todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y quedará limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse. Pero haréis pasar por agua todo lo que no resiste el fuego. 24Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así quedaréis limpios; después entraréis en el campamento. 25Jehová habló a Moisés y le dijo: 26Sacad la cuenta del botín que se ha hecho, tanto de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y los jefes de los padres de la congregación. 27Luego partirás por mitades el botín entre los que pelearon, los que salieron a la guerra y toda la congregación. 28Apartarás para Jehová el tributo de los hombres de guerra que salieron a la guerra; uno por cada quinientos, tanto de las personas como de los bueyes, de los asnos como de las ovejas. 29De la mitad de ellos lo tomarás, y darás al sacerdote Eleazar la ofrenda de Jehová. 30De la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno por cada cincuenta, de las personas, los bueyes, los asnos, las ovejas y de todo animal, y los darás a los levitas, que tienen el cuidado del tabernáculo de Jehová. 31Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron como Jehová mandó a Moisés. 32El total del botín, sin contar lo que tomaron los hombres de guerra fue de seiscientas setenta y cinco mil ovejas, 33setenta y dos mil bueyes, 34y sesenta y un mil asnos. 35En cuanto a las personas, las mujeres que no habían conocido hombre eran por todas treinta y dos mil. 36La mitad correspondiente a la parte de los que habían salido a la guerra sumó trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas, 37y el tributo de las ovejas para Jehová fue de seiscientas setenta y cinco. 38De los bueyes: treinta y seis mil; y de ellos el tributo para Jehová fue de setenta y dos. 39De los asnos: treinta mil quinientos; y de ellos el tributo para Jehová fue de sesenta y uno. 40De las personas: dieciséis mil; y de ellas el tributo para Jehová fue de treinta y dos personas. 41Moisés dio el tributo, para ofrenda reservada a Jehová, al sacerdote Eleazar, como Jehová lo mandó a Moisés. 42La mitad perteneciente a los hijos de Israel, que apartó Moisés del botín de los hombres que habían ido a la guerra 43(la mitad para la congregación fue de trescientas treinta y siete mil quinientas ovejas, 44treinta y seis mil bueyes, 45treinta mil quinientos asnos 46y dieciséis mil personas). 47De esta mitad, correspondiente a los hijos de Israel, tomó Moisés uno de cada cincuenta, tanto de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían el cuidado del tabernáculo de Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés. 48Se acercaron a Moisés los jefes de las tropas de aquel ejército, los jefes de millares y de centenas, 49y dijeron a Moisés: Tus siervos han hecho el recuento de los hombres de guerra que están a cargo nuestro, y no falta ninguno. 50Por lo cual hemos traído a Jehová como ofrenda lo que cada uno ha hallado: alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de Jehová. 51Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos el oro y las alhajas, todas elaboradas. 52Todo el oro de la ofrenda que ofrecieron a Jehová los jefes de millares y de centenas sumó 16.750 siclos. 53Los hombres del ejército habían tomado cada uno su botín. 54Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar el oro de los jefes de millares y de centenas, y lo llevaron al Tabernáculo de reunión, como memorial de los hijos de Israel delante de Jehová.Copyright © 1995 by United Bible Societies (http://www.unitedbiblesocieties.org)