La Biblia hoy - Reina Valera 1995
Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año
Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:
Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.
Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.
Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?
Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.
Capítulo 14
Los israelitas se rebelan contra Jehová
1Entonces toda la congregación gritó y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. 2Todos los hijos de Israel se quejaron contra Moisés y contra Aarón, y toda la multitud les dijo: ¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! ¡Ojalá muriéramos en este desierto! 3¿Por qué nos trae Jehová a esta tierra para morir a espada, y para que nuestras mujeres y nuestros niños se conviertan en botín de guerra? ¿No nos sería mejor regresar a Egipto? 4Y se decían unos a otros: Designemos un capitán y volvamos a Egipto. 5Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. 6Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos 7y dijeron a toda la congregación de los hijos de Israel:—La tierra que recorrimos y exploramos es tierra muy buena. 8Si Jehová se agrada de nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la entregará; es una tierra que fluye leche y miel. 9Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová ni temáis al pueblo de esta tierra, pues vosotros los comeréis como pan. Su amparo se ha apartado de ellos y Jehová está con nosotros: no los temáis. 10Entonces toda la multitud propuso apedrearlos. Pero la gloria de Jehová se mostró en el Tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel. 11Y Jehová dijo a Moisés:
—¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? 12Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos. 13Pero Moisés respondió a Jehová:
—Lo oirán luego los egipcios, porque de en medio de ellos sacaste a este pueblo con tu poder, 14y se lo dirán a los habitantes de esta tierra, los cuales han oído que tú, Jehová, estabas en medio de este pueblo, que cara a cara aparecías tú, Jehová, y que tu nube estaba sobre ellos, que de día ibas delante de ellos en una columna de nube, y de noche en una columna de fuego. 15Si haces morir a este pueblo como a un solo hombre, las gentes que hayan oído tu fama dirán: 16Por cuanto no pudo Jehová introducir a este pueblo en la tierra que había jurado darle, los ha matado en el desierto. 17Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificado el poder del Señor, como lo prometiste al decir: 18Jehová es tardo para la ira y grande en misericordia, perdona la maldad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable, pues castiga el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación. 19Perdona ahora la maldad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.
Jehová castiga a Israel
20Entonces Jehová dijo:—Yo lo he perdonado, conforme a tu dicho. 21Pero tan ciertamente como vivo yo y mi gloria llena toda la tierra, 22que ninguno de los que vieron mi gloria y las señales que he hecho en Egipto y en el desierto, los que me han tentado ya diez veces y no han oído mi voz, 23verá la tierra que juré dar a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá. 24Pero a mi siervo Caleb, por cuanto lo ha animado otro espíritu y decidió ir detrás de mí, yo lo haré entrar en la tierra donde estuvo, y su descendencia la tendrá en posesión. 25Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañana y salid al desierto, camino del Mar Rojo. 26Jehová habló a Moisés y a Aarón, y les dijo: 27—¿Hasta cuándo soportaré a esta depravada multitud que murmura contra mí? Ya he oído las querellas de los hijos de Israel que de mí se quejan. 28Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros. 29En este desierto caerán vuestros cuerpos, todo el número de los que fueron contados de entre vosotros, de veinte años para arriba, los cuales han murmurado contra mí. 30A excepción de Caleb hijo de Jefone y Josué hijo de Nun, ninguno de vosotros entrará en la tierra por la cual alcé mi mano y juré que os haría habitar en ella. 31Pero a vuestros niños, de los cuales dijisteis que se convertirían en botín de guerra, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis. 32En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. 33Vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y cargarán con vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. 34Conforme al número de los días, de los cuarenta días que empleasteis en reconocer la tierra, cargaréis con vuestras iniquidades: cuarenta años, un año por cada día. Así conoceréis mi castigo. 35Yo, Jehová, he hablado. Así haré a toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí. En este desierto serán consumidos, y ahí morirán.
Muerte de los diez espías malvados
36Los hombres que Moisés envió a reconocer la tierra, y que al volver habían hecho murmurar contra él a toda la congregación, desacreditando aquel país, 37aquellos hombres que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová. 38Pero Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone quedaron con vida de entre aquellos hombres que habían ido a reconocer la tierra.La derrota en Horma
39Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho. 40Se levantaron muy de mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo:—Aquí estamos para subir al lugar del cual ha hablado Jehová, porque hemos pecado. 41Moisés les respondió:
—¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto tampoco os saldrá bien. 42No subáis, pues Jehová no está en medio de vosotros: no seáis heridos delante de vuestros enemigos. 43Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis bajo su espada, pues Jehová no estará con vosotros, por cuanto os habéis negado a seguirlo. 44Ellos, sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero ni el Arca del pacto de Jehová ni Moisés se apartaron de en medio del campamento. 45Entonces descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, los hirieron, los derrotaron y los persiguieron hasta Horma.
Capítulo 15
Leyes sobre las ofrendas
1Jehová habló a Moisés y le dijo: 2Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os daré por habitación, 3y presentéis ofrenda que se quema a Jehová, holocausto o sacrificio de vacas o de ovejas, como voto especial o como ofrenda voluntaria, o para ofrecer en vuestras fiestas solemnes olor grato a Jehová, 4entonces, el que presente su ofrenda a Jehová traerá como ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un hin de aceite. 5De vino para la libación ofrecerás por cada cordero la cuarta parte de un hin, además del holocausto o del sacrificio. 6Por cada carnero presentarás una ofrenda de dos décimas de flor de harina, amasada con la tercera parte de un hin de aceite; 7y de vino para la libación presentarás la tercera parte de un hin, como ofrenda de olor grato a Jehová. 8Cuando ofrezcas un novillo como holocausto o sacrificio, como voto especial o de paz a Jehová, 9ofrecerás con el novillo una ofrenda de tres décimas de flor de harina, amasada con la mitad de un hin de aceite; 10y de vino para la libación presentarás la mitad de un hin, como ofrenda quemada de olor grato a Jehová. 11Así se hará con cada buey o carnero o cordero de las ovejas o cabrito. 12Sea cual sea el número de animales, así haréis con cada uno de ellos. 13Todo natural hará estas cosas así, para presentar una ofrenda quemada de olor grato a Jehová. 14Si un extranjero que habita con vosotros, o cualquiera que viva entre vosotros, quiere presentar una ofrenda de olor grato a Jehová, lo hará tal como vosotros lo hacéis, por vuestras generaciones. 15Un mismo estatuto tendréis en la congregación para vosotros y para el extranjero que con vosotros vive. Será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; igual que vosotros, así será el extranjero delante de Jehová. 16Una misma ley y un mismo decreto tendréis, vosotros y el extranjero que con vosotros vive. 17Habló Jehová a Moisés y le dijo: 18Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra a la cual yo os llevo, 19cuando comencéis a comer del pan de la tierra, presentaréis una ofrenda a Jehová. 20De lo primero que amaséis, presentaréis una torta como ofrenda; como la ofrenda de la era, así la ofreceréis. 21De las primicias de vuestra masa daréis a Jehová una ofrenda por vuestras generaciones. 22Cuando involuntariamente dejéis de cumplir cualquiera de estos mandamientos que Jehová ha comunicado a Moisés, 23cualquiera de las cosas que Jehová os ha mandado por medio de Moisés, desde el día que Jehová lo mandó en adelante, por generaciones, 24si el pecado involuntario fue cometido ignorándolo la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo como holocausto de olor grato a Jehová, con su ofrenda y su libación conforme a la ley, y un macho cabrío como expiación. 25Luego el sacerdote hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel, y les será perdonado, porque se trata de un error involuntario. Ellos presentarán sus ofrendas, ofrenda que se quema a Jehová, y sus expiaciones delante de Jehová, por esos errores. 26Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que vive entre ellos, por cuanto es una falta involuntaria de todo el pueblo. 27Si una persona peca involuntariamente, ofrecerá una cabra de un año para expiación. 28El sacerdote hará expiación por la persona que haya pecado involuntariamente delante de Jehová, la reconciliará, y le será perdonado. 29Una misma ley tendréis para el que peque involuntariamente, ya se trate de uno de los hijos de Israel o del extranjero que viva entre ellos. 30Pero la persona que haga algo con soberbia, sea el natural o el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será eliminada de en medio de su pueblo. 31Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová y menospreció su mandamiento, esa persona será eliminada por completo y su pecado caerá sobre ella.Lapidación de un violador del día de reposo
32Cuando los hijos de Israel estaban en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en sábado. 33Los que lo hallaron recogiendo leña lo llevaron ante Moisés, Aarón y toda la congregación. 34Lo pusieron en la cárcel, porque no estaba determinado qué se le había de hacer. 35Entonces Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente ese hombre debe morir: apedréelo toda la congregación fuera del campamento. 36La congregación lo sacó fuera del campamento, y lo apedrearon hasta que murió, como Jehová había mandado a Moisés.Franjas en los vestidos
37Jehová habló a Moisés y le dijo: 38Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan unos flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada fleco de los bordes un cordón de azul. 39Llevaréis esos flecos para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová. Así los pondréis por obra y no seguiréis los apetitos de vuestro corazón y de vuestros ojos, que han hecho que os prostituyáis. 40Así os acordaréis y cumpliréis todos mis mandamientos, para que seáis santos ante vuestro Dios. 41Yo soy Jehová, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, Jehová, vuestro Dios.Copyright © 1995 by United Bible Societies (http://www.unitedbiblesocieties.org)