La Biblia hoy - Nueva Versión Internacional
Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año
Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:
Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.
Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.
Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?
Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.
Capítulo 21
Nacimiento de Isaac
1Tal como el Señor lo había dicho, se ocupó de Sara y cumplió con la promesa que le había hecho. 2Sara quedó embarazada y le dio un hijo a Abraham en su vejez. Esto sucedió en el tiempo anunciado por Dios. 3Al hijo que Sara le dio, Abraham le puso por nombre Isaac. 4Cuando su hijo Isaac cumplió ocho días de nacido, Abraham lo circuncidó, tal como Dios se lo había ordenado. 5Abraham tenía ya cien años cuando nació su hijo Isaac. 6Sara dijo entonces: "Dios me ha hecho reír, y todos los que se enteren de que he tenido un hijo, se reirán conmigo. 7¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara amamantaría hijos? Sin embargo, le he dado un hijo en su vejez."Agar e Ismael son echados de la casa de Abraham
8El niño Isaac creció y fue destetado. Ese mismo día, Abraham hizo un gran banquete. 9Pero Sara se dio cuenta de que el hijo que Agar la egipcia le había dado a Abraham se burlaba de su hijo Isaac. 10Por eso le dijo a Abraham: ¡Echa de aquí a esa esclava y a su hijo! El hijo de esa esclava jamás tendrá parte en la herencia con mi hijo Isaac. 11Este asunto angustió mucho a Abraham porque se trataba de su propio hijo. 12Pero Dios le dijo a Abraham: "No te angusties por el muchacho ni por la esclava. Hazle caso a Sara, porque tu descendencia se establecerá por medio de Isaac. 13Pero también del hijo de la esclava haré una gran nación, porque es hijo tuyo." 14Al día siguiente, Abraham se levantó de madrugada, tomó un pan y un odre de agua, y se los dio a Agar, poniéndoselos sobre el hombro. Luego le entregó a su hijo y la despidió. Agar partió y anduvo errante por el desierto de Berseba. 15Cuando se acabó el agua del odre, puso al niño debajo de un arbusto 16y fue a sentarse sola a cierta distancia, pues pensaba: "No quiero ver morir al niño." En cuanto ella se sentó, comenzó a llorar desconsoladamente. 17Cuando Dios oyó al niño sollozar, el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: "¿Qué te pasa, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado los sollozos del niño. 18Levántate y tómalo de la mano, que yo haré de él una gran nación." 19En ese momento Dios le abrió a Agar los ojos, y ella vio un pozo de agua. En seguida fue a llenar el odre y le dio de beber al niño. 20Dios acompañó al niño, y éste fue creciendo; vivió en el desierto y se convirtió en un experto arquero; 21habitó en el desierto de Parán y su madre lo casó con una egipcia.Pacto entre Abraham e Abimelec
22En aquel tiempo Abimélec, que estaba acompañado por Ficol, jefe de su ejército, le dijo a Abraham: Dios está contigo en todo lo que haces. 23Júrame ahora, por Dios mismo, que no me tratarás a mí con falsedad, ni tampoco a mis hijos ni a mis descendientes. Júrame que a mí y al país que te ha recibido como extranjero nos tratarás con la misma lealtad con que yo te he tratado. 24¡Lo juro! respondió Abraham. 25Luego Abraham se quejó ante Abimélec por causa de un pozo de agua del cual los siervos de Abimélec se habían apropiado. 26Pero Abimélec dijo: No sé quién pudo haberlo hecho. Me acabo de enterar, pues tú no me lo habías dicho. 27Entonces Abraham llevó ovejas y vacas, y se las dio a Abimélec, y los dos hicieron un pacto. 28Pero Abraham apartó siete corderas del rebaño, 29por lo que Abimélec le preguntó: ¿Qué pasa? ¿Por qué has apartado estas siete corderas? 30Acepta estas siete corderas le contestó Abraham. Ellas servirán de prueba de que yo cavé este pozo. 31Por eso a aquel lugar le dieron el nombre de Berseba, porque allí los dos hicieron un juramento. 32Después de haber hecho el pacto en Berseba, Abimélec y Ficol, el jefe de su ejército, volvieron al país de los filisteos. 33Abraham plantó un tamarisco en Berseba, y en ese lugar invocó el nombre del Señor, el Dios eterno. 34Y se quedó en el país de los filisteos durante mucho tiempo.Capítulo 22
Dios ordena a Abraham que sacrifique a Isaac
1Pasado cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: ¡Abraham! Aquí estoy respondió. 2Y Dios le ordenó: Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré. 3Abraham se levantó de madrugada y ensilló su asno. También cortó leña para el holocausto y, junto con dos de sus criados y su hijo Isaac, se encaminó hacia el lugar que Dios le había indicado. 4Al tercer día, Abraham alzó los ojos y a lo lejos vio el lugar. 5Entonces le dijo a sus criados: Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante para adorar a Dios, y luego regresaremos junto a ustedes. 6Abraham tomó la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su hijo; él, por su parte, cargó con el fuego y el cuchillo. Y los dos siguieron caminando juntos. 7Isaac le dijo a Abraham: ¡Padre! Dime, hijo mío. Aquí tenemos el fuego y la leña continuó Isaac; pero, ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios le respondió Abraham. Y siguieron caminando juntos. 9Cuando llegaron al lugar señalado por Dios, Abraham construyó un altar y preparó la leña. Después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. 10Entonces tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo, 11pero en ese momento el ángel del Señor le gritó desde el cielo: ¡Abraham! ¡Abraham! Aquí estoy respondió. 12No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño le dijo el ángel. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo. 13Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por los cuernos. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo. 14A ese sitio Abraham le puso por nombre: "El Señor provee." Por eso hasta el día de hoy se dice: "En un monte provee el Señor." 15El ángel del Señor llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16y le dijo: Como has hecho esto, y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo afirma el Señor 17que te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos. 18Puesto que me has obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia. 19Abraham regresó al lugar donde estaban sus criados, y juntos partieron hacia Berseba, donde Abraham se quedó a vivir. 20Pasado cierto tiempo, Abraham recibió la noticia de que también Milca le había dado hijos a su hermano Najor. 21Su hijo primogénito fue Uz; luego nacieron sus hermanos Buz y Quemuel. Este último fue el padre de Aram. 22Después siguieron Quésed, Jazó, Pildás, Yidlaf y Betuel, 23que fue el padre de Rebeca. Éstos fueron los ocho hijos que Milca le dio a Najor, hermano de Abraham. 24Najor también tuvo hijos con Reumá, su concubina. Ellos fueron Tébaj, Gaján, Tajás y Macá.Capítulo 23
Muerte y sepultura de Sara
1Sara vivió ciento veintisiete años, 2y murió en Quiriat Arbá, es decir, en la ciudad de Hebrón, en la tierra de Canaán. Abraham hizo duelo y lloró por ella. 3Luego se retiró de donde estaba la difunta y fue a proponer a los hititas lo siguiente: 4Entre ustedes yo soy un extranjero; no obstante, quiero pedirles que me vendan un sepulcro para enterrar a mi esposa. 5Los hititas le respondieron: 6Escúchenos, señor; usted es un príncipe poderoso entre nosotros. Sepulte a su esposa en el mejor de nuestros sepulcros. Ninguno de nosotros le negará su tumba para que pueda sepultar a su esposa. 7Abraham se levantó, hizo una reverencia ante los hititas del lugar, 8y les dijo: Si les parece bien que yo entierre aquí a mi difunta, les ruego que intercedan ante Efrón hijo de Zojar 9para que me venda la cueva de Macpela, que está en los linderos de su campo. Díganle que me la venda en su justo precio, y así tendré entre ustedes un sepulcro para mi familia. 10Efrón el hitita, que estaba sentado allí entre su gente, le respondió a Abraham en presencia de todos ellos y de los que pasaban por la puerta de su ciudad: 11No, señor mío, escúcheme bien: yo le regalo el campo, y también la cueva que está en él. Los hijos de mi pueblo son testigos de que yo se los regalo. Entierre usted a su esposa. 12Una vez más, Abraham hizo una reverencia ante la gente de ese lugar, 13y en presencia de los que allí estaban le dijo a Efrón: Escúcheme, por favor. Yo insisto en pagarle el precio justo del campo. Acéptelo usted, y así yo podré enterrar allí a mi esposa. 14Efrón le contestó a Abraham: 15Señor mío, escúcheme. El campo vale cuatrocientas monedas de plata. ¿Qué es eso entre nosotros? Vaya tranquilo y entierre a su esposa. 16Abraham se puso de acuerdo con Efrón, y en presencia de los hititas le pagó lo convenido: cuatrocientas monedas de plata, moneda corriente entre los comerciantes. 17Así fue como el campo de Efrón, que estaba en Macpela, cerca de Mamré, pasó a ser propiedad de Abraham, junto con la cueva y todos los árboles que estaban dentro de los límites del campo. 18La transacción se hizo en presencia de los hititas y de los que pasaban por la puerta de su ciudad. 19Luego Abraham sepultó a su esposa Sara en la cueva del campo de Macpela que está cerca de Mamré, es decir, en Hebrón, en la tierra de Canaán. 20De esta manera, el campo y la cueva que estaba en él dejó de ser de los hititas y pasó a ser propiedad de Abraham para sepultura.La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 by www.biblica.com, Inc.®. All rights reserved worldwide.