La Biblia hoy - Nueva Versión Internacional
Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año
Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:
Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.
Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.
Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?
Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.
Capítulo 34
1El Señor le dijo a Moisés: 2"Hazles saber a los israelitas que las fronteras de Canaán, la tierra que van a recibir en heredad, serán las siguientes: 3"La frontera sur empezará en el desierto de Zin, en los límites con Edom. Por el este, la frontera sur estará donde termina el Mar Muerto. 4A partir de allí, la línea fronteriza avanzará hacia el sur, hacia la cuesta de los Alacranes, cruzará Zin hasta alcanzar Cades Barnea, y llegará hasta Jazar Adar y Asmón. 5De allí la frontera se volverá hacia el arroyo de Egipto, para terminar en el mar Mediterráneo. 6"La frontera occidental del país será la costa del mar Mediterráneo. 7"Para la frontera norte, la línea fronteriza correrá desde el mar Mediterráneo hasta el monte Hor, 8y desde el monte Hor hasta Lebó Jamat. De allí, esta línea seguirá hasta llegar a Zedad, 9para continuar hasta Zifrón y terminar en Jazar Enán. Ésta será la frontera norte del país. 10"Para la frontera oriental, la línea fronteriza correrá desde Jazar Enán hasta Sefán. 11De Sefán bajará a Riblá, que está al este de Ayin; de allí descenderá al este, hasta encontrarse con la ribera del lago Quinéret, 12y de allí la línea bajará por el río Jordán, hasta el Mar Muerto. "Ésas serán las cuatro fronteras del país." 13Moisés les dio a los israelitas la siguiente orden: "Ésta es la tierra que se repartirá por sorteo. El Señor ha ordenado que sea repartida sólo entre las nueve tribus y media, 14pues las familias patriarcales de las tribus de Rubén y de Gad, y la media tribu de Manasés, ya recibieron su heredad. 15Estas dos tribus y media ya tienen su heredad en el este, cerca del río Jordán, a la altura de Jericó, por donde sale el sol." 16El Señor le dijo a Moisés: 17"Éstos son los nombres de los encargados de repartir la tierra como heredad: el sacerdote Eleazar, y Josué hijo de Nun. 18Ustedes, por su parte, tomarán a un jefe de cada tribu para que les ayuden a repartir la tierra." 19Los nombres de los jefes de tribu fueron los siguientes: Caleb hijo de Jefone, de la tribu de Judá; 20Samuel hijo de Amiud, de la tribu de Simeón; 21Elidad hijo de Quislón, de la tribu de Benjamín; 22Buquí hijo de Joglí, jefe de la tribu de Dan; 23Janiel hijo de Efod, jefe de la tribu de Manasés hijo de José; 24Quemuel hijo de Siftán, jefe de la tribu de Efraín hijo de José; 25Elizafán hijo de Parnac, jefe de la tribu de Zabulón; 26Paltiel hijo de Azán, jefe de la tribu de Isacar; 27Ajiud hijo de Selomí, jefe de la tribu de Aser; 28Pedael hijo de Amiud, jefe de la tribu de Neftalí. 29A éstos les encargó el Señor repartir la heredad entre los israelitas, en la tierra de Canaán.Capítulo 35
Herencia de los levitas
1En las llanuras de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó, el Señor le dijo a Moisés: 2"Ordénales a los israelitas que, de las heredades que reciban, entreguen a los levitas ciudades donde vivir, junto con las tierras que rodean esas ciudades. 3De esta manera los levitas tendrán ciudades donde vivir y tierras de pastoreo para su ganado, rebaños y animales. 4"Las tierras de pastoreo que entreguen a los levitas rodearán la ciudad, a quinientos metros de la muralla. 5A partir de los límites de la ciudad, ustedes medirán mil metros hacia el este, mil hacia el sur, mil hacia el oeste y mil hacia el norte. La ciudad quedará en el centro. Éstas serán las tierras de pastoreo de sus ciudades. 6"De las ciudades que recibirán los levitas, seis serán ciudades de refugio. A ellas podrá huir cualquiera que haya matado a alguien. Además de estas seis ciudades, les entregarán otras cuarenta y dos. 7En total, les darán cuarenta y ocho ciudades con sus tierras de pastoreo. 8El número de ciudades que los israelitas entreguen a los levitas de la tierra que van a heredar, deberá ser proporcional a la heredad que le corresponda a cada tribu. Es decir, de una tribu numerosa se tomará un número mayor de ciudades, mientras que de una tribu pequeña se tomará un número menor de ciudades."Ciudades de refugio
9El Señor le ordenó a Moisés 10que les dijera a los israelitas: "Cuando crucen el Jordán y entren a Canaán, 11escojan ciudades de refugio adonde pueda huir quien inadvertidamente mate a alguien. 12Esa persona podrá huir a esas ciudades para protegerse del vengador. Así se evitará que se mate al homicida antes de ser juzgado por la comunidad. 13"Seis serán las ciudades que ustedes reservarán como ciudades de refugio. 14Tres de ellas estarán en el lado este del Jordán, y las otras tres en Canaán. 15Estas seis ciudades les servirán de refugio a los israelitas y a los extranjeros, sean éstos inmigrantes o residentes. Cualquiera que inadvertidamente dé muerte a alguien, podrá refugiarse en estas ciudades. 16"Si alguien golpea a una persona con un objeto de hierro, y esa persona muere, el agresor es un asesino y será condenado a muerte. 17"Si alguien golpea a una persona con una piedra, y esa persona muere, el agresor es un asesino y será condenado a muerte. 18"Si alguien golpea a una persona con un pedazo de madera, y esa persona muere, el agresor es un asesino y será condenado a muerte. 19Corresponderá al vengador matar al asesino. Cuando lo encuentre, lo matará. 20"Si alguien mata a una persona por haberla empujado con malas intenciones, o por haberle lanzado algo intencionalmente, 21o por haberle dado un puñetazo por enemistad, el agresor es un asesino y será condenado a muerte. Cuando el vengador lo encuentre, lo matará. 22"Pero podría ocurrir que alguien sin querer empuje a una persona, o que sin mala intención le lance algún objeto, 23o que sin darse cuenta le deje caer una piedra, y que esa persona muera. Como en este caso ellos no eran enemigos, ni hubo intención de hacer daño, 24será la comunidad la que, de acuerdo con estas leyes, deberá arbitrar entre el acusado y el vengador. 25La comunidad deberá proteger del vengador al acusado, dejando que el acusado regrese a la ciudad de refugio adonde huyó, y que se quede allí hasta la muerte del sumo sacerdote que fue ungido con el aceite sagrado. 26"Pero si el acusado sale de los límites de la ciudad de refugio adonde huyó, 27el vengador podrá matarlo, y no será culpable de homicidio si lo encuentra fuera de la ciudad. 28Así que el acusado debe permanecer en su ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Después de eso podrá volver a su heredad.Ley sobre los testigos y sobre el rescate
29"Esta ley regirá siempre sobre todos tus descendientes, dondequiera que vivan. 30"Sólo por el testimonio de varios testigos se le podrá dar muerte a una persona acusada de homicidio. Nadie podrá ser condenado a muerte por el testimonio de un solo testigo. 31"No aceptarás rescate por la vida de un asesino condenado a muerte. Tendrá que morir. 32"Tampoco aceptarás rescate para permitir que el refugiado regrese a vivir a su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote. 33"No profanes la tierra que habitas. El derramamiento de sangre contamina la tierra, y sólo con la sangre de aquel que la derramó es posible hacer expiación en favor de la tierra. 34"No profanes la tierra donde vives, y donde yo también vivo, porque yo, el Señor, habito entre los israelitas."Capítulo 36
Ley del casamiento de las herederas
1Los jefes de las familias patriarcales de los clanes de Galaad fueron a hablar con Moisés y con los otros jefes de familias patriarcales israelitas. Galaad era hijo de Maquir y nieto de Manasés, por lo que sus clanes descendían de José. 2Les dijeron: Cuando el Señor te ordenó repartir por sorteo la tierra entre los israelitas, también te ordenó entregar la heredad de nuestro hermano Zelofejad a sus hijas. 3Ahora bien, si ellas se casan con hombres de otras tribus, su heredad saldrá del círculo de nuestra familia patriarcal y será transferida a la tribu de aquellos con quienes ellas se casen. De este modo perderíamos parte de la heredad que nos tocó por sorteo. 4Cuando los israelitas celebren el año del jubileo, esa heredad será incorporada a la tribu de sus esposos, y se perderá como propiedad de nuestra familia patriarcal. 5Entonces, por mandato del Señor, Moisés entregó esta ley a los israelitas: La tribu de los descendientes de José tiene razón. 6Respecto a las hijas de Zelofejad, el Señor ordena lo siguiente: Ellas podrán casarse con quien quieran, con tal de que se casen dentro de la tribu de José. 7Ninguna heredad en Israel podrá pasar de una tribu a otra, porque cada israelita tiene el derecho de conservar la tierra que su tribu heredó de sus antepasados. 8Toda hija que herede tierras, en cualquiera de las tribus, deberá casarse con alguien que pertenezca a la familia patriarcal de sus antepasados. Así cada israelita podrá conservar la heredad de sus padres. 9Ninguna heredad podrá pasar de una tribu a otra, porque cada tribu israelita debe conservar la tierra que heredó. 10Las hijas de Zelofejad hicieron lo que el Señor le ordenó a Moisés. 11Se llamaban Majlá, Tirsá, Joglá, Milca y Noa. Se casaron con sus primos, 12dentro de los clanes de los descendientes de Manasés hijo de José, de modo que su heredad quedó dentro del clan y de la familia patriarcal de su padre. 13Éstos son los mandamientos y ordenanzas que, por medio de Moisés, dio el Señor a los israelitas en las llanuras de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó.La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 by www.biblica.com, Inc.®. All rights reserved worldwide.