La Biblia hoy - Nueva Versión Internacional
Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año
Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:
Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.
Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.
Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?
Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.
Capítulo 4
1Moisés volvió a preguntar: ¿Y qué hago si no me creen ni me hacen caso? ¿Qué hago si me dicen: El Señor no se te ha aparecido? 2¿Qué tienes en la mano? preguntó el Señor. Una vara respondió Moisés. 3Déjala caer al suelo ordenó el Señor. Moisés la dejó caer al suelo, y la vara se convirtió en una serpiente. Moisés trató de huir de ella, 4pero el Señor le mandó que la agarrara por la cola. En cuanto Moisés agarró la serpiente, ésta se convirtió en una vara en sus propias manos. 5Esto es para que crean que yo el Señor, el Dios de sus padres, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me he aparecido a ti. 6Y ahora ordenó el Señor, ¡llévate la mano al pecho! Moisés se llevó la mano al pecho y, cuando la sacó, la tenía toda cubierta de lepra y blanca como la nieve. 7¡Llévatela otra vez al pecho! insistió el Señor. Moisés se llevó de nuevo la mano al pecho y, cuando la sacó, la tenía tan sana como el resto de su cuerpo. 8Si con la primera señal milagrosa no te creen ni te hacen caso dijo el Señor, tal vez te crean con la segunda. 9Pero si no te creen ni te hacen caso después de estas dos señales, toma agua del Nilo y derrámala en el suelo. En cuanto el agua del río toque el suelo, se convertirá en sangre. 10Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra objetó Moisés. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este servidor tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar. 11¿Y quién le puso la boca al hombre? le respondió el Señor. ¿Acaso no soy yo, el Señor, quien lo hace sordo o mudo, quien le da la vista o se la quita? 12Anda, ponte en marcha, que yo te ayudaré a hablar y te diré lo que debas decir. 13Señor insistió Moisés, te ruego que envíes a alguna otra persona. 14Entonces el Señor ardió en ira contra Moisés y le dijo: ¿Y qué hay de tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él es muy elocuente. Además, ya ha salido a tu encuentro, y cuando te vea se le alegrará el corazón. 15Tú hablarás con él y le pondrás las palabras en la boca; yo los ayudaré a hablar, a ti y a él, y les enseñaré lo que tienen que hacer. 16Él hablará por ti al pueblo, como si tú mismo le hablaras, y tú le hablarás a él por mí, como si le hablara yo mismo. 17Pero no te olvides de llevar contigo esta vara, porque con ella harás señales milagrosas.Moisés vuelve a Egipto
18Moisés se fue de allí y volvió a la casa de Jetro, su suegro. Al llegar le dijo: Debo marcharme. Quiero volver a Egipto, donde están mis hermanos de sangre. Voy a ver si todavía viven. Anda, pues; que te vaya bien le contestó Jetro. 19Ya en Madián el Señor le había dicho a Moisés: "Vuelve a Egipto, que ya han muerto todos los que querían matarte." 20Así que Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los montó en un asno y volvió a Egipto. En la mano llevaba la vara de Dios. 21El Señor le había advertido a Moisés: "Cuando vuelvas a Egipto, no dejes de hacer ante el faraón todos los prodigios que te he dado el poder de realizar. Yo, por mi parte, endureceré su corazón para que no deje ir al pueblo. 22Entonces tú le dirás de mi parte al faraón: Israel es mi primogénito. 23Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo para que me rinda culto, pero tú no has querido dejarlo ir. Por lo tanto, voy a quitarle la vida a tu primogénito. " 24Ya en el camino, el Señor salió al encuentro de Moisés en una posada y estuvo a punto de matarlo. 25Pero Séfora, tomando un cuchillo de pedernal, le cortó el prepucio a su hijo; luego tocó los pies de Moisés con el prepucio y le dijo: "No hay duda. Tú eres para mí un esposo de sangre." 26Después de eso, el Señor se apartó de Moisés. Pero Séfora había llamado a Moisés "esposo de sangre" por causa de la circuncisión. 27El Señor le dijo a Aarón: "Anda a recibir a Moisés en el desierto." Aarón fue y se encontró con Moisés en la montaña de Dios, y lo besó. 28Entonces Moisés le comunicó a Aarón todo lo que el Señor le había ordenado decir y todas las señales milagrosas que le mandaba realizar. 29Luego Moisés y Aarón reunieron a todos los ancianos israelitas, 30y Aarón, además de repetirles todo lo que el Señor le había dicho a Moisés, realizó también las señales a la vista del pueblo, 31con lo que el pueblo creyó. Y al oír que el Señor había estado pendiente de ellos y había visto su aflicción, los israelitas se inclinaron y adoraron al Señor.Capítulo 5
Moisés y Aarón ante Faraón
1Después de eso, Moisés y Aarón se presentaron ante el faraón y le dijeron: Así dice el Señor, Dios de Israel: Deja ir a mi pueblo para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor. 2¿Y quién es el Señor respondió el faraón para que yo le obedezca y deje ir a Israel? ¡Ni conozco al Señor, ni voy a dejar que Israel se vaya! 3El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro contestaron. Así que debemos hacer un viaje de tres días, hasta el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios. De lo contrario, podría castigarnos con plagas o matarnos a filo de espada. 4Moisés y Aarón replicó el rey de Egipto, ¿por qué distraen al pueblo de sus quehaceres? ¡Vuelvan a sus obligaciones! 5Dense cuenta de que es mucha la gente de este país, y ustedes no la dejan trabajar. 6Ese mismo día el faraón les ordenó a los capataces y a los jefes de cuadrilla: 7"Ya no le den paja a la gente para hacer ladrillos. ¡Que vayan ellos mismos a recogerla! 8Pero sigan exigiéndoles la misma cantidad de ladrillos que han estado haciendo. ¡No les reduzcan la cuota! Son unos holgazanes, y por eso me ruegan: Déjanos ir a ofrecerle sacrificios a nuestro Dios. 9Impónganles tareas más pesadas. Manténganlos ocupados. Así no harán caso de mentiras." 10Los capataces y los jefes de cuadrilla salieron de allí y fueron a decirle al pueblo: "Así dice el faraón: Ya no voy a darles paja. 11Vayan ustedes mismos a recogerla donde la encuentren. Pero eso sí, ¡en nada se les rebajará la tarea! " 12Fue así como el pueblo se esparció por todo Egipto para recoger rastrojo y usarlo en lugar de paja. 13Los capataces no dejaban de apremiarlos y decirles: "Cumplan con su tarea diaria, como cuando se les daba paja." 14Además, esos mismos capataces del faraón golpeaban a los jefes de cuadrilla israelitas que ellos mismos habían nombrado, y les preguntaban: "¿Por qué ni ayer ni hoy cumplieron con su cuota de ladrillos, como antes lo hacían?" 15Los jefes de cuadrilla israelitas fueron entonces a quejarse ante el faraón. Le dijeron: ¿Por qué Su Majestad trata así a sus siervos? 16¡Ya ni paja recibimos! A pesar de eso, ¡se nos exige hacer ladrillos y, como si fuera poco, se nos golpea! ¡La gente de Su Majestad no está actuando bien! 17¡Haraganes, haraganes! exclamó el faraón. ¡Eso es lo que son! Por eso andan diciendo: Déjanos ir a ofrecerle sacrificios al Señor. 18Ahora, ¡vayan a trabajar! No se les va a dar paja, pero tienen que entregar su cuota de ladrillos. 19Los jefes de cuadrilla israelitas se dieron cuenta de que estaban en un aprieto cuando se les dijo que la cuota diaria de ladrillos no se les iba a rebajar. 20Así que al encontrarse con Moisés y Aarón, que los estaban esperando a la salida, 21les dijeron: "¡Que el Señor los examine y los juzgue! ¡Por culpa de ustedes somos unos apestados ante el faraón y sus siervos! ¡Ustedes mismos les han puesto la espada en la mano, para que nos maten!"Jehová comisiona a Moisés y a Aarón
22Moisés se volvió al Señor y le dijo: ¡Ay, Señor! ¿Por qué tratas tan mal a este pueblo? ¿Para esto me enviaste? 23Desde que me presenté ante el faraón y le hablé en tu nombre, no ha hecho más que maltratar a este pueblo, que es tu pueblo. ¡Y tú no has hecho nada para librarlo!Capítulo 6
1El Señor le respondió: Ahora verás lo que voy a hacer con el faraón. Realmente, sólo por mi mano poderosa va a dejar que se vayan; sólo por mi mano poderosa va a echarlos de su país. 2En otra ocasión, Dios habló con Moisés y le dijo: "Yo soy el Señor. 3Me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob bajo el nombre de Dios Todopoderoso, pero no les revelé mi verdadero nombre, que es el Señor. 4También con ellos confirmé mi pacto de darles la tierra de Canaán, donde residieron como forasteros. 5He oído además el gemir de los israelitas, a quienes los egipcios han esclavizado, y he recordado mi pacto. 6Así que ve y diles a los israelitas: Yo soy el Señor, y voy a quitarles de encima la opresión de los egipcios. Voy a librarlos de su esclavitud; voy a liberarlos con gran despliegue de poder y con grandes actos de justicia. 7Haré de ustedes mi pueblo; y yo seré su Dios. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios, que los libró de la opresión de los egipcios. 8Y los llevaré a la tierra que bajo juramento prometí darles a Abraham, Isaac y Jacob. Yo, el Señor, les daré a ustedes posesión de ella. " 9Moisés les dio a conocer esto a los israelitas, pero por su desánimo y las penurias de su esclavitud ellos no le hicieron caso. 10Entonces el Señor habló con Moisés y le dijo: 11Ve y habla con el faraón, el rey de Egipto. Dile que deje salir de su país a los israelitas. 12Pero Moisés se enfrentó al Señor y le dijo: ¿Y cómo va a hacerme caso el faraón, si ni siquiera los israelitas me creen? Además, no tengo facilidad de palabra.[2] 13En otra ocasión el Señor habló con Moisés y Aarón acerca de los israelitas y del faraón, rey egipcio, y les ordenó sacar de Egipto a los israelitas. 14Éstos fueron los jefes de las familias patriarcales: Los hijos de Rubén, primogénito de Israel: Janoc, Falú, Jezrón y Carmí. Éstos fueron los clanes de Rubén. 15Los hijos de Simeón: Jemuel, Jamín, Oad, Jaquín, Zojar y Saúl, hijo de la cananea. Éstos fueron los clanes de Simeón. 16Según los registros familiares, éstos son los nombres de los hijos de Leví, quien vivió ciento treinta y siete años: Guersón, Coat y Merari. 17Los hijos de Guersón, según sus clanes: Libní y Simí. 18Los hijos de Coat, quien vivió ciento treinta y tres años: Amirán, Izar, Hebrón y Uziel. 19Los hijos de Merari: Majlí y Musí. Éstos fueron los clanes de Leví, según sus registros familiares. 20Amirán, que vivió ciento treinta y siete años, se casó con su tía Jocabed, la cual le dio dos hijos, Aarón y Moisés. 21Los hijos de Izar: Coré, Néfeg y Zicrí. 22Los hijos de Uziel: Misael, Elzafán y Sitri. 23Aarón se casó con Elisabet, hija de Aminadab y hermana de Naasón, y ella le dio cuatro hijos: Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. 24Los hijos de Coré: Asir, Elcaná y Abiasaf. Éstos fueron los clanes de Coré. 25Eleazar hijo de Aarón se casó con una de las hijas de Futiel, la cual le dio un hijo, Finés. Éstos fueron los jefes de los clanes levitas, en orden de familias. 26Aarón y Moisés son los mismos a quienes el Señor mandó que sacaran de Egipto a los israelitas, ordenados en escuadrones. 27Son ellos quienes hablaron con el faraón, rey egipcio, en cuanto a sacar de Egipto a los israelitas. Aarón, vocero de Moisés 28Cuando el Señor habló con Moisés en Egipto, 29le dijo: Yo soy el Señor. Habla con el faraón, rey de Egipto, y comunícale todo lo que yo te diga. 30Pero Moisés se enfrentó al Señor y le dijo: ¿Y cómo va a hacerme caso el faraón, si yo no tengo facilidad de palabra?La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® Copyright © 1999 by www.biblica.com, Inc.®. All rights reserved worldwide.