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La Biblia hoy - Nueva Versión Internacional

Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año

Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:

  • Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.

  • Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.

  • Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?

  • Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.

Fecha seleccionada
19/02/2025

Números 16-18

Capítulo 16

La rebelión de Coré

 1Coré, que era hijo de Izar, nieto de Coat y bisnieto de Leví, y los rubenitas Datán y Abirán, hijos de Eliab, y On hijo de Pélet, 2se atrevieron a sublevarse contra Moisés, con el apoyo de doscientos cincuenta israelitas. Todos ellos eran personas de renombre y líderes que la comunidad misma había escogido. 3Se reunieron para oponerse a Moisés y a Aarón, y les dijeron: ¡Ustedes han ido ya demasiado lejos! Si toda la comunidad es santa, lo mismo que sus miembros, ¿por qué se creen ustedes los dueños de la comunidad del Señor? 4Cuando Moisés escuchó lo que le decían, se inclinó ante ellos 5y les respondió a Coré y a todo su grupo: Mañana el Señor dirá quién es quién. Será él quien declare quién es su escogido, y hará que se le acerque. 6Coré, esto es lo que tú y tu gente harán mañana: tomarán incensarios, 7y les pondrán fuego e incienso en la presencia del Señor. El escogido del Señor será aquel a quien él elija. ¡Son ustedes, hijos de Leví, los que han ido demasiado lejos! 8Moisés le dijo a Coré: ¡Escúchenme ahora, levitas! 9¿Les parece poco que el Dios de Israel los haya separado del resto de la comunidad para que estén cerca de él, ministren en el santuario del Señor, y se distingan como servidores de la comunidad? 10Dios mismo los ha puesto a su lado, a ti y a todos los levitas, ¿y ahora quieren también el sacerdocio? 11Tú y tu gente se han reunido para oponerse al Señor, porque ¿quién es Aarón para que murmuren contra él? 12Moisés mandó llamar a Datán y Abirán, hijos de Eliab, pero ellos contestaron: ¡No iremos! 13¿Te parece poco habernos sacado de la tierra donde abundan la leche y la miel, para que ahora quieras matarnos en este desierto y dártelas de gobernante con nosotros? 14Lo cierto es que tú no has logrado llevarnos todavía a esa tierra donde abundan la leche y la miel, ni nos has dado posesión de campos y viñas. Lo único que quieres es seguir engatuzando a este pueblo. ¡Pues no iremos! 15Entonces Moisés, sumamente enojado, le dijo al Señor: No aceptes la ofrenda que te traigan, que yo de ellos no he tomado ni siquiera un asno, ni les he hecho ningún daño. 16A Coré, Moisés le dijo: Tú y tu gente y Aarón se presentarán mañana ante el Señor. 17Cada uno de ustedes se acercará al Señor con su incensario lleno de incienso, es decir, se acercarán con doscientos cincuenta incensarios. También tú y Aarón llevarán los suyos. 18Así que cada uno, con su incensario lleno de fuego e incienso, se puso de pie a la entrada de la Tienda de reunión, junto con Moisés y Aarón. 19Cuando Coré hubo reunido a toda su gente en contra de Moisés y Aarón a la entrada de la Tienda de reunión, la gloria del Señor se apareció ante todos ellos. 20Entonces el Señor les dijo a Moisés y a Aarón: 21Apártense de esta gente, para que yo la consuma de una vez por todas. 22Pero Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra, y exclamaron: Señor, Dios de toda la humanidad: un solo hombre ha pecado, ¿y vas tú a enojarte con todos ellos? 23Entonces el Señor le dijo a Moisés: 24Ordénales que se alejen de las tiendas de Coré, Datán y Abirán. 25Moisés y los ancianos de Israel fueron adonde estaban Datán y Abirán. 26Entonces Moisés le advirtió a la gente: ¡Aléjense de las tiendas de estos impíos! No toquen ninguna de sus pertenencias, para que ustedes no sean castigados por los pecados de ellos. 27El pueblo se alejó de las tiendas de Coré, Datán y Abirán. Los dos últimos habían salido a la entrada de sus tiendas, y estaban allí, de pie, con sus esposas y todos sus hijos. 28Moisés siguió diciendo: Ahora van a saber si el Señor me ha enviado a hacer todas estas cosas, o si estoy actuando por mi cuenta. 29Si estos hombres mueren de muerte natural, como es el destino de todos los hombres, eso querrá decir que el Señor no me ha enviado. 30Pero si el Señor crea algo nuevo, y hace que la tierra se abra y se los trague con todas sus pertenencias, de tal forma que desciendan vivos al sepulcro, entonces sabrán que estos hombres menospreciaron al Señor. 31Tan pronto como Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos; 32se abrió y se los tragó, a ellos y a sus familias, junto con la gente y las posesiones de Coré. 33Bajaron vivos al sepulcro, junto con todo lo que tenían, y la tierra se cerró sobre ellos. De este modo fueron eliminados de la comunidad. 34Al oírlos gritar, todos los israelitas huyeron de allí exclamando: ¡Corramos, no sea que la tierra nos trague también a nosotros! 35Y los doscientos cincuenta hombres que ofrecían incienso fueron consumidos por el fuego del Señor. 36El Señor le dijo a Moisés: 37"Ya que ahora los incensarios son santos, ordena a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que los retire del rescoldo y que esparza las brasas. 38Toma los incensarios de aquellos que pecaron a costa de su vida, y haz con ellos láminas para recubrir el altar. Ahora son santos, porque fueron presentados ante el Señor, y serán así una señal para los israelitas." 39Entonces el sacerdote Eleazar recogió esos incensarios, y con ellos mandó hacer láminas para recubrir el altar. 40Las láminas quedaron allí, como advertencia a los israelitas, para que ninguno que no fuera descendiente de Aarón ni estuviera autorizado se atreviera a ofrecer incienso ante el Señor; de lo contrario, le sucedería lo mismo que a Coré y su gente, tal como el Señor se lo había advertido por medio de Moisés. 41Al día siguiente, toda la congregación de los israelitas volvió a murmurar contra Moisés y Aarón, alegando: Ustedes mataron al pueblo del Señor. 42Como la congregación empezó a amotinarse contra Moisés y Aarón, éstos se dirigieron a la Tienda de reunión. De repente la nube cubrió la Tienda, y apareció la gloria del Señor. 43Entonces Moisés y Aarón se detuvieron frente a la Tienda de reunión, 44y el Señor le dijo a Moisés: 45Apártate de esta gente, para que yo la consuma de una vez por todas. Ellos se postraron rostro en tierra, 46y Moisés le dijo a Aarón: Toma tu incensario y pon en él algunas brasas del altar; agrégale incienso, y vete corriendo adonde está la congregación, para hacer propiciación por ellos, porque la ira del Señor se ha desbordado y el azote divino ha caído sobre ellos. 47Aarón hizo lo que Moisés le dijo, y corrió a ponerse en medio de la asamblea. El azote divino ya se había desatado entre el pueblo, así que Aarón ofreció incienso e hizo propiciación por el pueblo. 48Se puso entre los vivos y los muertos, y así detuvo la mortandad. 49Con todo, catorce mil setecientas personas murieron, sin contar las que perdieron la vida por causa de Coré. 50Una vez que cesó la mortandad, Aarón volvió a la entrada de la Tienda de reunión, donde estaba Moisés.

Capítulo 17

La vara de Aarón florece

 1El Señor le ordenó a Moisés: 2"Diles a los israelitas que traigan doce varas, una por cada familia patriarcal, es decir, una por cada uno de los jefes de las familias patriarcales. Escribe el nombre de cada uno de ellos sobre su propia vara. 3Sobre la vara de Leví escribe el nombre de Aarón, pues cada jefe de familia patriarcal debe tener su vara. 4Colócalas frente al arca del pacto, en la Tienda donde me reúno con ustedes. 5La vara que retoñe será la de mi elegido. De ese modo me quitaré de encima las constantes quejas que los israelitas levantan contra ustedes." 6Moisés se lo comunicó a los israelitas, y los jefes le entregaron doce varas, una por cada jefe de su familia patriarcal. Entre ellas estaba la vara de Aarón. 7Moisés colocó las varas delante del Señor, en la Tienda del pacto. 8Al día siguiente, Moisés entró en la Tienda del pacto y, al fijarse en la vara que representaba a la familia de Leví, vio que la vara de Aarón no sólo había retoñado, sino que también tenía botones, flores y almendras. 9Sacó entonces de la presencia del Señor todas las varas, y las puso delante de los israelitas, para que por sí mismos vieran lo que había ocurrido, y cada jefe tomó su propia vara. 10El Señor le dijo a Moisés: "Vuelve a colocar la vara de Aarón frente al arca del pacto, para que sirva de advertencia a los rebeldes. Así terminarás con las quejas en contra mía, y evitarás que mueran los israelitas." 11Moisés hizo todo tal como el Señor se lo ordenó. 12Entonces los israelitas le dijeron a Moisés: "¡Estamos perdidos, totalmente perdidos! ¡Vamos a morir! 13Todo el que se acerca al santuario del Señor muere, ¡así que todos moriremos!"

Capítulo 18

Sostenimiento de sacerdotes y levitas

 1El Señor le dijo a Aarón: "Todos los de la tribu de Leví se expondrán a sufrir las consecuencias de acercarse a las cosas sagradas, pero de entre ellos sólo tú y tus hijos se expondrán a las consecuencias de ejercer el sacerdocio. 2Cuando tú y tus hijos estén ministrando delante de la Tienda del pacto, tendrán como ayudantes a sus hermanos de la tribu de Leví. 3Ellos te ayudarán en tus deberes y estarán a cargo de la Tienda de reunión, pero no se acercarán a los objetos sagrados ni al altar, para que no mueran. 4Ellos serán tus ayudantes, y estarán a cargo de la Tienda de reunión y de todo su servicio. Así que, cuando ustedes ministren, nadie que no esté autorizado se les acercará. 5"Sólo ustedes estarán a cargo de las cosas sagradas y del altar, para que no se vuelva a derramar mi ira sobre los israelitas. 6Considera que yo mismo he escogido, de entre la comunidad, a tus hermanos los levitas, para dártelos como un regalo. Ellos han sido dedicados al Señor para que sirvan en la Tienda de reunión. 7Pero sólo tú y tus hijos se harán cargo del sacerdocio, es decir, de todo lo referente al altar y a lo que está detrás de la cortina. A ustedes les doy de regalo el sacerdocio, pero cualquier otro que se acerque a las cosas sagradas será condenado a muerte." 8El Señor le dijo a Aarón: "Yo mismo te he puesto a cargo de todas las cosas sagradas que los israelitas me traen como contribución. A ti y a tus hijos se las he entregado como su porción consagrada, como estatuto perpetuo. 9Te corresponderán las cosas más sagradas, que no se queman en el altar. Tuya será toda ofrenda que presenten los israelitas, junto con las ofrendas de cereal, los sacrificios expiatorios y los sacrificios por la culpa. Todo esto que ellos me traen será algo muy santo para ti y para tus hijos. 10Comerás de las cosas más sagradas, y las considerarás santas. Todo varón comerá de ellas. 11"También te corresponderán las contribuciones de todas las ofrendas mecidas que me presenten los israelitas. A ti y a tus hijos y a tus hijas se las he dado, como estatuto perpetuo. 12"De las primicias que ellos traen al Señor te doy también lo mejor del aceite, del vino nuevo y de los cereales. 13Ellos traerán al Señor las primicias de todo lo que la tierra produce, y yo te las entregaré a ti. Toda persona que esté ritualmente pura podrá comer de ellas.

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