La Biblia hoy - La Biblia de las Américas
Un plan de lectura bíblica diaria para leer toda la Biblia en un año
Al leer la Biblia cada día, permita que las Escrituras le hablen. Aquí tiene algunos consejos:
Antes de comenzar su lectura ore a Dios pidiéndole que él le hable por su Palabra.
Busque un lugar tranquilo y lea el texto con atención.
Hágase ciertas preguntas: ¿Por qué escribió Dios esto? ¿Qué me quiere enseñar? ¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida?
Ore al Señor pidiéndole que le dé el poder para poner en práctica lo aprendido.
Capítulo 29
Pacto de Jehová con Israel en Moab
1Estas son las palabras del pacto que el SEÑOR mandó a Moisés que hiciera con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que El había hecho con ellos en Horeb. 2Y convocó Moisés a todo Israel y les dijo: Habéis visto todo lo que el SEÑOR hizo delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón, a todos sus siervos y a toda su tierra, 3las grandes pruebas que vieron vuestros ojos, aquellas grandes señales y maravillas. 4Pero hasta el día de hoy el SEÑOR no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír. 5Yo os he conducido durante cuarenta años en el desierto; no se han gastado los vestidos sobre vosotros y no se ha gastado la sandalia en vuestro pie. 6No habéis comido pan ni habéis bebido vino ni sidra, para que sepáis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios. 7Cuando llegasteis a este lugar, Sehón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, salieron a nuestro encuentro para pelear, pero los derrotamos; 8y tomamos su tierra y la dimos en herencia a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés. 9Guardad, pues, las palabras de este pacto y ponedlas en práctica, para que prosperéis en todo lo que hagáis. 10Hoy estáis todos vosotros en presencia del SEÑOR vuestro Dios: vuestros jefes, vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los hombres de Israel, 11vuestros pequeños, vuestras mujeres, y el forastero que está dentro de tus campamentos, desde tu leñador hasta el que saca tu agua, 12para que entres en el pacto con el SEÑOR tu Dios, y en su juramento que el SEÑOR tu Dios hace hoy contigo, 13a fin de establecerte hoy como su pueblo y que El sea tu Dios, tal como te lo ha dicho y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. 14Y no hago sólo con vosotros este pacto y este juramento, 15sino también con los que están hoy aquí con nosotros en la presencia del SEÑOR nuestro Dios, y con los que no están hoy aquí con nosotros 16(pues vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto y cómo pasamos en medio de las naciones por las cuales habéis pasado, 17además, habéis visto sus abominaciones y los ídolos de madera y de piedra, de plata y de oro, que tenían con ellos); 18no sea que haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aleje hoy del SEÑOR nuestro Dios para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre vosotros una raíz que produzca fruto venenoso y ajenjo. 19Y sucederá que cuando él oiga las palabras de esta maldición, se envanecerá, diciendo: "Tendré paz aunque ande en la terquedad de mi corazón, a fin de destruir la tierra regada junto con la seca." 20El SEÑOR jamás querrá perdonarlo, sino que la ira del SEÑOR y su celo arderán contra ese hombre, y toda maldición que está escrita en este libro caerá sobre él, y el SEÑOR borrará su nombre de debajo del cielo. 21Entonces el SEÑOR lo señalará para adversidad de entre todas las tribus de Israel, según todas las maldiciones del pacto que están escritas en este libro de la ley. 22Y la generación venidera, vuestros hijos que se levanten después de vosotros y el extranjero que venga de tierra lejana, cuando vean las plagas de la tierra y las enfermedades con las que el SEÑOR la ha afligido, dirán: 23"Toda su tierra es azufre, sal y calcinación, sin sembrar, nada germina y el pasto no crece en ella, como en la destrucción de Sodoma y Gomorra, de Adma y de Zeboim que el SEÑOR destruyó en su ira y en su furor." 24Y dirán todas las naciones: "¿Por qué ha hecho así el SEÑOR a esta tierra? ¿Por qué esta gran explosión de ira?" 25Y los hombres dirán: "Porque abandonaron el pacto que el SEÑOR, el Dios de sus padres, hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto. 26"Y ellos fueron y sirvieron a otros dioses y los adoraron, dioses que no habían conocido y los cuales El no les había dado. 27"Por eso, ardió la ira del SEÑOR contra aquella tierra, para traer sobre ella toda maldición que está escrita en este libro; 28y el SEÑOR los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con gran enojo, y los arrojó a otra tierra, hasta hoy." 29Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.Capítulo 30
Condiciones para la restauración y la bendición
1Y sucederá que cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y tú las recuerdes en todas las naciones adonde el SEÑOR tu Dios te haya desterrado, 2y vuelvas al SEÑOR tu Dios, tú y tus hijos, y le obedezcas con todo tu corazón y con toda tu alma conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, 3entonces el SEÑOR tu Dios te hará volver de tu cautividad, y tendrá compasión de ti y te recogerá de nuevo de entre todos los pueblos adonde el SEÑOR tu Dios te haya dispersado. 4Si tus desterrados están en los confines de la tierra, de allí el SEÑOR tu Dios te recogerá y de allí te hará volver. 5Y el SEÑOR tu Dios te llevará a la tierra que tus padres poseyeron, y tú la poseerás; y El te prosperará y te multiplicará más que a tus padres. 6Además, el SEÑOR tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. 7El SEÑOR tu Dios pondrá todas estas maldiciones sobre los enemigos y sobre los aborrecedores que te persiguieron. 8Y tú volverás a escuchar la voz del SEÑOR, y guardarás todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. 9Entonces el SEÑOR tu Dios te hará prosperar abundantemente en toda la obra de tu mano, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el producto de tu tierra, pues el SEÑOR de nuevo se deleitará en ti para bien, tal como se deleitó en tus padres, 10si obedeces a la voz del SEÑOR tu Dios, guardando sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este libro de la ley, y si te vuelves al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. 11Este mandamiento que yo te ordeno hoy no es muy difícil para ti, ni está fuera de tu alcance. 12No está en el cielo, para que digas: "¿Quién subirá por nosotros al cielo para traérnoslo y hacérnoslo oír a fin de que lo guardemos?" 13Ni está más allá del mar, para que digas: "¿Quién cruzará el mar por nosotros para traérnoslo y para hacérnoslo oír, a fin de que lo guardemos?" 14Pues la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la guardes. 15Mira, yo he puesto hoy delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal; 16pues te ordeno hoy amar al SEÑOR tu Dios, andar en sus caminos y guardar sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y te multipliques, a fin de que el SEÑOR tu Dios te bendiga en la tierra que vas a entrar para poseerla. 17Pero si tu corazón se desvía y no escuchas, sino que te dejas arrastrar y te postras ante otros dioses y los sirves, 18yo os declaro hoy que ciertamente pereceréis. No prolongaréis vuestros días en la tierra adonde tú vas, cruzando el Jordán para entrar en ella y poseerla. 19Al cielo y a la tierra pongo hoy como testigos contra vosotros de que he puesto ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tu descendencia, 20amando al SEÑOR tu Dios, escuchando su voz y allegándote a El; porque eso es tu vida y la largura de tus días, para que habites en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.Capítulo 31
Josué es instalado como sucesor de Moisés
1Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel, 2y les dijo: Hoy tengo ciento veinte años; ya no puedo ir ni venir, y el SEÑOR me ha dicho: "No pasarás este Jordán." 3El SEÑOR tu Dios pasará delante de ti; El destruirá estas naciones delante de ti y las desalojarás. Josué es el que pasará delante de ti, tal como el SEÑOR ha dicho. 4Y el SEÑOR hará con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra cuando El los destruyó. 5Y los entregará el SEÑOR delante de vosotros y haréis con ellos conforme a los mandamientos que os he ordenado. 6Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará. 7Entonces llamó Moisés a Josué y le dijo en presencia de todo Israel: Sé firme y valiente, porque tú entrarás con este pueblo en la tierra que el SEÑOR ha jurado a sus padres que les daría, y se la darás en heredad. 8El SEÑOR irá delante de ti; El estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te acobardes. 9Y escribió Moisés esta ley y la dio a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, y a todos los ancianos de Israel. 10Entonces Moisés les ordenó, diciendo: Al fin de cada siete años, durante el tiempo del año de la remisión de deudas, en la fiesta de los tabernáculos, 11cuando todo Israel venga a presentarse delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que El escoja, leerás esta ley delante de todo Israel, a oídos de ellos. 12Congrega al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al forastero que está en tu ciudad, para que escuchen, aprendan a temer al SEÑOR tu Dios, y cuiden de observar todas las palabras de esta ley. 13Y sus hijos, que no la conocen, la oirán y aprenderán a temer al SEÑOR vuestro Dios, mientras viváis en la tierra adonde vosotros vais, cruzando al otro lado del Jordán para poseerla. 14Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: He aquí, el tiempo de tu muerte está cerca; llama a Josué y presentaos en la tienda de reunión para que yo le dé mis órdenes. Fueron, pues, Moisés y Josué y se presentaron en la tienda de reunión. 15Y se apareció el SEÑOR en la tienda en una columna de nube, y la columna de nube se puso a la entrada de la tienda. 16Y el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres; y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses extranjeros de la tierra en la cual va a entrar, y me dejará y quebrantará mi pacto que hice con él. 17Y se encenderá mi ira contra él en aquel día; los abandonaré y esconderé mi rostro de ellos. Será consumido, y muchos males y tribulaciones vendrán sobre él, por lo que dirá en aquel día: "¿No será porque mi Dios no está en medio de mí que me han alcanzado estos males?" 18Pero ciertamente esconderé mi rostro en aquel día por todo el mal que habrá hecho, pues se volverá a otros dioses. 19Ahora pues, escribid este cántico para vosotros, y tú, enséñaselo a los hijos de Israel; ponlo en su boca, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel. 20Porque cuando yo los introduzca en la tierra que mana leche y miel, la cual juré a sus padres, y ellos coman y se sacien y prosperen, se volverán a otros dioses y los servirán, y me despreciarán y quebrantarán mi pacto. 21Sucederá entonces que cuando muchos males y tribulaciones vengan sobre ellos, este cántico declarará contra ellos como testigo (pues no lo olvidarán los labios de sus descendientes); porque yo conozco el plan que ahora están urdiendo antes de que los traiga a la tierra que juré darles . 22Y escribió Moisés este cántico aquel mismo día, y lo enseñó a los hijos de Israel. 23Entonces El nombró a Josué, hijo de Nun, y le dijo: Sé fuerte y valiente, pues tú llevarás a los hijos de Israel a la tierra que les he jurado, y yo estaré contigo.Orden de guardar la ley junto al arca
24Y sucedió que cuando Moisés terminó de escribir las palabras de esta ley en un libro, hasta su conclusión, 25Moisés ordenó a los levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, diciendo: 26Tomad este libro de la ley y colocadlo junto al arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios, para que permanezca allí como testigo contra vosotros. 27Porque conozco vuestra rebelión y vuestra obstinación; he aquí, estando yo hoy todavía vivo con vosotros, habéis sido rebeldes contra el SEÑOR; ¿cuánto más lo seréis después de mi muerte? 28Reunid ante mí a todos los ancianos de vuestras tribus y a vuestros oficiales, para que hable estas palabras a sus oídos, y ponga a los cielos y a la tierra como testigos en su contra. 29Porque yo sé que después de mi muerte os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y el mal vendrá sobre vosotros en los postreros días, pues haréis lo que es malo a la vista del SEÑOR, provocándole a ira con la obra de vuestras manos.Cántico de Moisés
30Entonces habló Moisés a oídos de toda la asamblea de Israel las palabras de este cántico hasta terminarlas.Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation (http://www.lockman.org)