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Job 6

Reina Valera 1960

Job reprocha la actitud de sus amigos

1Respondió entonces Job, y dijo:
2¡Oh, que pesasen justamente mi queja y mi tormento, Y se alzasen igualmente en balanza!
3Porque pesarían ahora más que la arena del mar; Por eso mis palabras han sido precipitadas.
4Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten.
5¿Acaso gime el asno montés junto a la hierba? ¿Muge el buey junto a su pasto?
6¿Se comerá lo desabrido sin sal? ¿Habrá gusto en la clara del huevo?
7Las cosas que mi alma no quería tocar, Son ahora mi alimento.
8¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que me otorgase Dios lo que anhelo,
9Y que agradara a Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y acabara conmigo!
10Sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo.
11¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para que tenga aún paciencia?
12¿Es mi fuerza la de las piedras, O es mi carne de bronce?
13¿No es así que ni aun a mí mismo me puedo valer, Y que todo auxilio me ha faltado?
14El atribulado es consolado por su compañero; Aun aquel que abandona el temor del Omnipotente.
15Pero mis hermanos me traicionaron como un torrente; Pasan como corrientes impetuosas
16Que están escondidas por la helada, Y encubiertas por la nieve;
17Que al tiempo del calor son deshechas, Y al calentarse, desaparecen de su lugar;
18Se apartan de la senda de su rumbo, Van menguando, y se pierden.
19Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Sabá esperaron en ellas;
20Pero fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y se hallaron confusos.
21Ahora ciertamente como ellas sois vosotros; Pues habéis visto el tormento, y teméis.
22¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda;
23Libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos?
24Enseñadme, y yo callaré; Hacedme entender en qué he errado.
25¡Cuán eficaces son las palabras rectas! Pero ¿qué reprende la censura vuestra?
26¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento?
27También os arrojáis sobre el huérfano, Y caváis un hoyo para vuestro amigo.
28Ahora, pues, si queréis, miradme, Y ved si digo mentira delante de vosotros.
29Volved ahora, y no haya iniquidad; Volved aún a considerar mi justicia en esto.
30¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿Acaso no puede mi paladar discernir las cosas inicuas?

Copyright © 1960 by American Bible Society (http://www.americanbible.org)

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