Saltar al contenido

Salmos 5

La Biblia de las Américas

Plegaria pidiendo protección

1Para el director del coro; para acompañamiento de flauta. Salmo de David. Escucha mis palabras, oh SEÑOR; considera mi lamento.
2Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque es a ti a quien oro.
3Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración a ti, y con ansias esperaré.
4Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el mal no mora contigo.
5Los que se ensalzan no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad.
6Destruyes a los que hablan falsedad; el SEÑOR abomina al hombre sanguinario y engañador.
7Mas yo, por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; me postraré en tu santo templo con reverencia.
8SEÑOR, guíame en tu justicia por causa de mis enemigos; allana delante de mí tu camino.
9Porque no hay sinceridad en lo que dicen; destrucción son sus entrañas, sepulcro abierto es su garganta; con su lengua hablan lisonjas.
10Tenlos por culpables, oh Dios; ¡que caigan por sus mismas intrigas! Echalos fuera por la multitud de sus transgresiones, porque se rebelan contra ti.
11Pero alégrense todos los que en ti se refugian; para siempre canten con júbilo, porque tú los proteges; regocíjense en ti los que aman tu nombre.
12Porque tú, oh SEÑOR, bendices al justo, como con un escudo lo rodeas de tu favor.

Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation (http://www.lockman.org)

Leer en otras versiones de la Biblia: