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Salmos 30

Dios Habla Hoy

Acción de gracias por haber sido librado de la muerte

1Señor, yo te alabo
porque tú me libertaste,
porque no has permitido
que mis enemigos se burlen de mí.

2Señor, mi Dios,
te pedí ayuda, y me sanaste;

3tú, Señor, me salvaste de la muerte;
me diste vida, me libraste de morir.

4Ustedes, fieles del Señor, ¡cántenle himnos!,
¡alaben su santo nombre!

5Porque su enojo dura un momento,
pero su buena voluntad, toda la vida.
Si lloramos por la noche,
por la mañana tendremos alegría.

6Yo me sentí seguro, y pensé:
«Nada me hará caer jamás.»

7Pero tú, Señor, en tu bondad
me habías afirmado en lugar seguro,
y apenas me negaste tu ayuda
el miedo me dejó confundido.

8A ti, Señor, clamo;
a ti, Señor, suplico:

9¿Qué se gana con que yo muera,
con que sea llevado al sepulcro?
¡El polvo no puede alabarte
ni hablar de tu fidelidad!

10Señor, óyeme y ten compasión de mí;
Señor, ¡ayúdame!

11Has cambiado en danzas mis lamentos;
me has quitado el luto
y me has vestido de fiesta.

12Por eso, Señor y Dios,
no puedo quedarme en silencio:
¡te cantaré himnos de alabanza
y siempre te daré gracias!


Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996 (http://www.unitedbiblesocieties.org).

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