Saltar al contenido

Salmos 16

Reina Valera 1995

Una herencia escogida

1Guárdame, Dios,
porque en ti he confiado.

2Alma mía, dijiste a Jehová:
Tú eres mi Señor;
no hay para mí bien fuera de ti.

3Para los santos que están en la tierra
y para los íntegros es toda mi complacencia.

4Se multiplicarán los dolores de aquellos
que sirven diligentes a otro dios.
No ofreceré yo sus libaciones de sangre
ni en mis labios tomaré sus nombres.

5Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
tú aseguras mi suerte.

6Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos
y es hermosa la heredad que me ha tocado.

7Bendeciré a Jehová que me aconseja;
aun en las noches me enseña mi conciencia.

8A Jehová he puesto siempre delante de mí;
porque está a mi diestra, no seré conmovido.

9Se alegró por tanto mi corazón y se gozó mi alma;
mi carne también descansará confiadamente,

10porque no dejarás mi alma en el seol,
ni permitirás que tu santo vea corrupción.

11Me mostrarás la senda de la vida;
en tu presencia hay plenitud de gozo,
delicias a tu diestra para siempre.


Copyright © 1995 by United Bible Societies (http://www.unitedbiblesocieties.org)

Leer en otras versiones de la Biblia: