Saltar al contenido

Cantares 1

La Biblia de las Américas

La esposa y las hijas de Jerusalén

1El cantar de los cantares de Salomón.
2¡Que me bese con los besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.
3Tus ungüentos tienen olor agradable, tu nombre es como ungüento purificado; por eso te aman las doncellas.
4Llévame en pos de ti y corramos juntos. El rey me ha conducido a sus cámaras.
5Soy morena pero preciosa, oh hijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar, como las cortinas de Salomón.
6No os fijéis en que soy morena, porque el sol me ha quemado. Los hijos de mi madre se enojaron conmigo; me pusieron a guardar las viñas, y mi propia viña no guardé.
7Dime, amado de mi alma: ¿Dónde apacientas tu rebaño ? ¿Dónde lo haces descansar al mediodía? ¿Por qué he de ser yo como una que se cubre con velo junto a los rebaños de tus compañeros?
8Si tú no lo sabes, ¡oh la más hermosa de las mujeres!, sal tras las huellas del rebaño, y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.

La esposa y el esposo

9A mi yegua, entre los carros de Faraón, yo te comparo, amada mía.
10Hermosas son tus mejillas entre los adornos, tu cuello entre los collares.
11Adornos de oro haremos para ti, con cuentas de plata.
12Mientras el rey estaba a la mesa, mi perfume esparció su fragancia.
13Bolsita de mirra es mi amado para mí, que reposa toda la noche entre mis pechos.
14Ramillete de flores de alheña es mi amado para mí en las viñas de En-gadi.
15Cuán hermosa eres, amada mía, cuán hermosa eres. Tus ojos son como palomas.
16Cuán hermoso eres, amado mío, y tan placentero. Ciertamente nuestro lecho es de exuberante verdor.
17Las vigas de nuestras casas son cedros, nuestros artesonados, cipreses.

Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation (http://www.lockman.org)

Leer en otras versiones de la Biblia: